Deportes – Grupo Diario de Morelia
• La Máquina iba perdiendo al 80’ pero anotó dos goles en 8 minutos. •
• Los Cementeros empataron en puntos al líder América.
A Cruz Azul parece que nunca se le hace tarde y, de ir perdiendo por un gol a diez minutos del final, se hizo de un triunfo de oro con un par de tantos en los últimos suspiros del encuentro ante el Puebla.
Gris en la primera mitad, impetuosa en el arranque del complemento y como torbellino en la última recta, La Máquina se llevó un 2-1 de alarido ante La Franja bipolar de Rubén Omar Romano.
El estratega argentino que se presentaba ante su gente haciendo gala de estrategia y afán ofensivo al final terminó con el hígado hecho nudo, lleno de coraje, por el triunfo que a su equipo se le fue de entre las manos.
Los capitalinos no supieron qué hacer de inicio ante tanto ímpetu del local, que apretó desde atrás y por las bandas para impedir cualquier desborde visitante.
Con el “Chaco” Giménez resguardado en la contención como si ahí hiciera sombra ante el inclemente sol poblano, Cruz Azul se vio abajo desde el 27’, cuando Michael Orozco apareció en el área para rematar de cabeza un tiro libre.
La anotación le hacía justicia al esquema Camotero, que tres minutos antes vivió su primera modificación por el ingreso del “Venado” Medina.
Romano hacía de los cambios un recurso que Guillermo Vázquez parecía desperdiciar y por ello la primera mitad terminó con plena superioridad poblana y con apenas tibias llegadas celestes para recordar.
Sin embargo, en el complemento la medicina fue la misma pero recetada a la inversa. Los laterales Cementeros que se perdieron en el primer tiempo fueron las bujías que empujaron al resto del equipo en el segundo.
El Puebla perdió demasiadas revoluciones y los primeros avisos claros llegaban de un par de voleas de Pablo Barrera, mientras Alfredo Moreno y Matías Alustiza se perdían en el olvido para contrastar con lo que ambos hicieron de gran manera en los primeros 45.
Cuando el local había agotado todas sus modificaciones, Cruz Azul apenas había hecho la primera, quizás tardía pero más que efectiva.
Gerónimo Amione ingresó al 71’ y diez minutos después La Máquina celebraba el 1-1 gracias a un cabezazo de Mariano Pavone.
El centro fue de Sergio Nápoles, quien celebró como si fuera suyo el tanto, incluso siendo cargado por Perea.
Volcado al frente, Amione pidió un mano de Óscar Rojas al 84’, lo que provocó una mayor emoción en las gradas, que terminaron de explotar al 88’ por el golazo de Joao Rojas, quien tras quitarse a un par de poblanos en el área disparó para el 2-1.
Con alaridos de por medio y no sin prisas, La Máquina obtuvo su primer triunfo de visitante en el torneo (había perdido en Torreón y Veracruz) para llegar a 13 puntos y ubicarse en el cuarto lugar, empatado en puntos con el líder América pero con menor diferencia de goles, mientras el Puebla no pudo hilvanar la segunda victoria y se quedó en 7 unidades.