Dicen que las grandes empresas y negocios chingones “amasan” un chingo de dinero, claro, pero para ellos, no para obras altruistas, en fin, les chismeo que con harto agrado nos percatamos en la Plazuela Carrillo de un evento chingón denominado “juguecendi” encabezado por la coordinación de Cendis- Michoacán, cabe hacer mención que existen doce en el estado y aquí en Morelia dos el Tzikintani y el Tzitziqui, estos Cendis trabajan con mujeres divorciadas.
Viudas, madres solteras, trabajadoras o madres estudiantes, y su atención para los escuincles consiste en servicio médico, nutrición y psicología, además imparten clases de inglés, danza, música y tae kwon doo, etc. etc.
y ojo esto es importante, no cobran, piden una cuota de recuperación de apenas 150 pesillos mensuales y atienden niños de 45 días de nacido hasta seis años de edad, les chismeamos que los Cendis en la ciudad de Morelia.
Son coordinados por la ingeniero María Auxilio Flores, en fin les chismeo que el juguecendi es parte de varios programas sociales que implementan y este día cumple siete años trabajando en pro de la niñez de bajos recursos; recaban dicen zapatos, ropa y juguetes que reparten a los niños de comunidades marginadas de Morelia; cabe señalar y repetir que las grandes empresas no contribuyen a tan digna y loable causa, acá se rompen la madre las microempresas y el pueblo que sabe de humildad y refuerza sus valores universales.