Bajo las siglas CHAMP (Counter-electronics High-powered Microwave Advanced Missile Project) se esconde un arma para las próximas guerras que depare el futuro, un misil que de forma remota tiene la capacidad de paralizar los sistemas electrónicos de una planta entera con unos daños colaterales mínimos, tanto que no afectarían a la infraestructura de los edificios o al personal que se encuentre en ellos.
Un esfuerzo cuya primera prueba tuvo lugar el 16 de octubre y que ha tenido a los investigadores de Boeing y la Fuerza Aérea de Estados Unidos como protagonistas. Ese día probaron por primera vez el misil capaz de deshabitar remotamente los PCs y sistemas electrónicos de un espacio con un sólo estallido de ondas de radio potentes, un rayo de microondas que podía destruir la instalación eléctrica de uno o varios edificios sin lastimar a humanos.
Una prueba que se llevó a cabo en el desierto de Utah. El misil CHAMP inhabilitó con éxito su objetivo en un edificio de dos plantas en cuyo interior se encontraban cientos de equipos y aparatos electrónicos. Cada PC que se encontraba en el interior se apagó en cuestión de segundos al igual que el resto de los sistemas eléctricos. Una prueba que según aseguran los investigadores, tuvo un éxito tan rotundo que no se tienen pruebas visuales, ya que CHAMP había apagado también las cámaras que registraban el evento. Más tarde, en el transcurso de una hora, el misil noqueó los sistemas eléctricos de siete edificios, todos sin daños colaterales o pérdidas mínimas.
Una tecnología cuyo futuro no está exento de polémica. Se trata aumentar el desarrollo de nuevas tecnologías para las consideradas “guerras electrónicas”, las guerras del futuro, intentado conseguir “armas” no letales. En palabras textuales de Keith Coleman, director del programa CHAMP:
«Esta tecnología marca una nueva era en la guerra moderna. En un futuro próximo, esta tecnología podría ser utilizada para hacer que los sistemas electrónicos y los datos de un enemigo se conviertan en inútiles, incluso antes de que lleguen las primeras tropas o aviones. Hemos conseguido de la ciencia ficción un hecho científico.»
No está claro si los misiles de Boeing serán implementados a corto plazo aunque si hacemos caso al comunicado de Coleman, estamos ante la primera prueba de lo que podrán ser los conflictos bélicos del futuro.