La división en que se está metiendo Chon, a falta del trabajo que corresponde a sus corchetes, van a ser los lamentos cuyo desahogo cuestan no solamente a su carrera, sino a que no falte quien de ahí se agarre para centrar antecedencias que nunca fueron comprobadas.
Al político actual se le ha adjuntado a su dermis, una escama lisa por completo, por donde todo le resbale y le cubra hasta el contenido del hoy, lo que soy y a donde voy.
Los comentarios surgidos por el no control sentimental o el no saber deslindarse de plagas no convenientes, está causando solamente una ganancia, que es para Silvano, pasar a la historia electoral, como uno de los que logró causar hasta ronchas a los que les apena aceptar que política es mentir y saber hacerlo, sin siquiera tomar en cuenta lo grande, ni menos los minucios del adorno personal.
Continuar –se considera-, con esa intensidad de acabarse las balas sin detener o conciliar que todavía es tiempo antes de que esto pase a mayores y hasta sean motivo del calificativo bisoños de la lid, preocupa, no por la situación de estado que es delicada, sino que en realidad, los gallos de un palenque, no son los que aletean y cantan, sino los que observan, el interés de cada quien.
Y sobre todo, que la desorientación en que entran los interesados parciales, en lugar de agudizarse, concluye a un desánimo que apena, como ver que para hacer mensajes, tienen que recurrir a su misma gente, como Fox en el principio de su nimio gobierno.
