MSV.- Mientras que todas las opiniones de la operación a corazón abierto por la aguda deficiencia coronaria que tuvo hoy Andrés Manuel López Obrador, son en el sentido de que de una vez se muera para que México regrese a la paz; no son mas que manifestaciones de ignorante odio, que parten de gente que olvida que no es él, sino las condiciones económicas en que está este país, que ya es difícil por su corrupción que somos todos como lo sostenía Miguel de la Madrid, que México vuelva a la tranquilidad y la prosperidad en que estábamos y seguiremos estando, ¿por qué? porque la riqueza está concentrada en pocas manos, que no les importa el estado de pobreza en que nos situamos y que se gobierna con inclinaciones a mantener mediante ayudas oportunas que no nivelen las condiciones de vida de los mexicanos, ya que entonces los grandes poseedores de riqueza, no podrían seguir en el paraíso del distingo y comodidad por el poder que permite el dinero.
Es lógico que si muriera Andrés Manuel, no faltaría sustitución con las mismas perspectivas, porque las chusmas no tienen educación ni responsabilidad de superación legal, que mediante sus esfuerzos, se separaran de la fácil obtención de recursos, como el crimen organizado, el narco, la extorsión, hasta llegar a los secuestros y la venta de protección.
El hecho de que aunque se alivie Obrador, ya sus actividades no tendrán el mismo dinamismo conque logró tener de su parte a la mayoría. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que se le nota su buen estado de salud, no tiene el carisma que se creó el Peje, pese a que comprueba que si fuera cierto que no almacenó recursos, en lugar de irse por su propio pie a atender a un centro médico caro, se hubiera hospitalizado en un noso donde los pobres no obtienen las atenciones médicas de que él fue objeto, para que los reportes de su intervención quirúrgica, no tuvieran el optimismo de inmediata recuperación.
Aquí vemos aquello de que quien tiene “con qué”, el enfermo ni ninguno de sus familiares permite ser conejillo de “indias” en hospitales de estado, como se las pasa el pobre, que como el Dr. Roberto Robles Garnica, que se decía que había hecho capital y varias pensiones que debió tener por servir tantos años en Salubridad y en posiciones políticas, murió en el hospital Civil Dr. Miguel Silva de esta ciudad, donde te recetan, pero ya no te dan la medicina.
Se espera pues, que como los que nos encontramos ya cerca de la muerte, las metas aminoran, porque rico o pobre su maldad ya no es tan dislocante, personal ni social, sino solamente acogerse a la realidad de ser mexicanos que nuestro territorio es de grandes recursos, pero con limitaciones para llegar a que los propios, los explotemos para exportar, en lugar de que solamente seamos vendedores de nuestras materias, a falta de la deficiente preparación que no tenemos.
