Ante el déficit de agua que enfrenta el país, México ha sido declarado en situación de vulnerabilidad por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El aumento en la demanda de este líquido vital, así como escases de agua en las reservas naturales en las principales ciudades del país, se ubican como las principales causas.
En Morelia, por ejemplo, se estima que el consumo diario de agua potable por persona rebasa los 300 litros. Situación que ha alarmado a investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
“Estamos en una situación grave de desabasto de agua potable. Los mantos acuíferos de la ciudad serán insuficientes ante el consumo desmedido de la población, por lo que es necesario buscar alternativas sustentables a largo plazo que permitan satisfacer las demandas de los ciudadanos”, alerta el doctor en Ingeniería Química, Fabricio Nápoles Rivera.
El investigador estudia la viabilidad de implementar un sistema de colección de agua de lluvia como fuente complementaria de los recursos naturales utilizados tradicionalmente (agua subterránea y superficial) en Morelia.
Luego de verificar que la precipitación de agua en la capital del estado es aceptable (760 milímetros por año), en su investigación titulada “Optimización de almacenamiento y distribución de agua en sistemas macroscópicos”, analiza dónde se tendrían que instalar los sistemas de colección, cuánta agua se tendría que almacenar y cuál sería el mecanismo de distribución más adecuado.
Una vez que se defina el uso de agua potable de los usuarios, así como el recurso disponible de este líquido vital en las reservas naturales, el especialista en ingeniería de procesos determinará, mediante un programa matemático de optimización, la cantidad de agua que se requiere para satisfacer la demanda por parte de la población moreliana a 10 años; cuánta de ésta se podría obtener de las fuentes naturales y cuánta de la colección de agua de lluvia.
“Con esta metodología se obtendrá una calendarización óptima de almacenamiento y suministro, así como el tipo de recurso a utilizar en cada periodo. Se hará una planeación para los próximos 10 años, considerando el crecimiento poblacional, las demandas del consumo de agua, y el cambio climático que afecta la precipitación”, especifica.
El profesor de la Facultad de Ingeniería Química reconoce que si bien esta opción no parece económicamente atractiva actualmente -por el costo de los tanques de almacenamiento y del mantenimiento del agua de lluvia-, a largo plazo es muy conveniente en términos de sustentabilidad, ya que ayudaría a mantener niveles aceptables en las reservas naturales, a la par de satisfacer las demandas de la población.
En un primer momento, detalló, se planea implementar este sistema a una escala pequeña con la intención de corroborar que el sistema de colección de agua funciona. Una vez comprobado, los resultados serían expuestos ante las autoridades competentes.
Cabe destacar, que es la primera vez que se realiza una investigación de este tipo en Michoacán. Este modelo de optimización de agua podría ser aplicado en cualquier otra ciudad del mundo, siempre y cuando se cuenten con los datos necesarios: demanda de agua, disponibilidad de agua natural y la precipitación anual.