Entendiendo que las autoridades de Salubridad prohibieron la venta
de las medicinas mágicas, en León, Guanajuato, están anunciando
una vacuna contra la obesidad que por una sola puesta, en cuatro
ampolletas, le quita cada tres meses diez kilos de grasa, pero en su
aplicación, que es a domicilio, recomiendan que cada tres meses se
pongan una, para que al fin de un año, vean que pasan de los cuarenta
kilos lo que han bajado, sin necesidad de dieta alguna.
Está bueno el chisme comadre, pero hay que ir hasta León.
Claro comadre, es que eso va a atener tanta demanda, que a lo mejor
nos quedamos sin esa vacuna y además, bien que hemos gastado toda
la vida en otras pendejadas, que a lo mejor esto sí sirve, porque mira,
se abonan mil pesos en la primera ampolleta y mil al recibir las tres
restantes.
Bueno, pero no vamos a tener consecuencias como la Alejandra
Guzmán, que ahora va a estar sujeta a revisiones de sus nalgas por
toda la vida…
Bueno comadre, todo es riesgo en eso de tomar medicinas para
curarse y más para lo que solamente con ejercicios se vuelve a la
figura de antaño, a poco las medicinas que tomamos contienen lo
que dicen…
No comadre, eso es del quién sabe, pero bueno, como no tenemos
cáncer ni somos diabéticas ni hipertensas, que hay que ir, porque a
veces mi kique como que no me besa donde quiero y yo le saco a que
yo ya esté oliendo mal.
Po’s ay tu verás comadre si vamos y si es verdá, pidámos chamba,
para distribuir esa vacuna aquí.
No comadre, porque aquí somos muy conocidas…
Bueno, pero le hacemos como allá le están haciendo, anunciando
todo por medio de mantas y celulares y diciendo que a nosotras nos
las venden, que no las fabricamos.
Oye comadre, qué, ¿no será mejor esperar resultados? aunque por
lo pronto de todos modos hay que ir y ver a quienes se las aplican para
irlas viendo y ya si es verdad lo que ofrecen, entonces, hasta pagamos
el doble.