Cómo está eso comadre que a los que hombres que fuman marihuana le salen chiches, pero nada se dice, ni aún preguntando si eso sucede también con las mujeres que la consumen, porque en cualquier clase de animales que se las inyectan, eso ya lo descubrieron desde hace tiempo y eso se publica en Brasil, a consecuencia de que acaba de crearse allá un decreto que ya nadie será conejillo de indias y menos en animales.
Comadre a lo que se les dice conejillos de indias, ¿son a los que utilizan para experimentar los resultados de nuevas medicinas?
A esos mero, como los que de pronto tienen dinero y que ya no permiten que sus familias se curen en hospitales de gobierno, porque dicen que ahí los matan más pronto, que cueste lo que les cueste, pero van a sanatorios particulares, aunque quienes los conocen de pobretones los empiecen a investigar que de donde lo que gastan…
Bueno comadre, pues fíjate que está saliendo en todo el mundo, que el crecimiento de las glándulas mamarias en los hombres que se las truenan, son de los 33 a 41 años, encontrándose conque en algunas partes se amplía el plazo de los 25 a los 45, pero que de seguro se notan en los tiempos de la pubertad, desde los 14 años, de tal manera que con tantito ejercicio pectoral, agarran nueva figura y muchos que pierden el tiempo en gimnasios para tener buen aspecto, cuando nomás quemándoselas se resuelve ese asunto.
Pero comadre, en mujeres no.
Claro que no comadre, que eso es en los machines, porque ni siquiera en los “liberpules” se dan esos casos.
Pues quien sabe comadre, porque les resta a su chamba, ya que imagínate, que les den esa pestilencia a los que les pagan por esa clase de caricias y servicios que venden, pues claro que se les van y nunca jamás vuelven. Además, acuérdate que el olor a la marihuana, no la matan del todo los perfumes o lociones y en caso de que se les altere la hormona y no funcionen con fragilidad, pues se los van a madrear y mira que son senos fuertes, no guandajones como los que son chiches de mujer, que tienen una dureza agradable, muy suavecita, como labios rojitos de chavitas de quince años.