Se empiezan a recibir oficialmente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal opiniones sobre la liberación del consumo de mariguana comadre, ay tu veras si nos ponemos a trabajar…
Claro que sí comadre, de por si te venía diciendo que Fox se ha declarado simpatizador de ello y en muchas ocasiones ya dijo que se va a legalizar el uso de la mariguana mediante el control de Salubridad. Era un hecho, supuesto que sacando costos, complicaciones y tanto de sangre con las confabulaciones de grupos organizados, que eran mejor los resultados de que la juventud o usuarios comunes para sus males, la consuman ordenadamente.
Po’s si y ya vez, la actual Asamblea abre y la otra cierra, de tal manera que dentro de unos tres años, ya ese negocio y ese renglón de problemas, se empieza a controlar. Es decir, que ya naciendo el poco a poco, es cuestión de esperar para que no la podamos tronar sin temor alguno, porque a nuestra edad, todo nos duele.
Oye comadre, pero acuérdate que también tomándose sus propios orines se alejan muchas dolencias.
No comadre, se habían de alejar las “jodencias” que ya son muchas. Por ejemplo nosotros ya no hemos comprado gas, como tampoco usamos el refrigerador. Mejor junto a las llaves de agua, ponemos arena y con una sombrita, lo que se moja de las gotas que se esparcen, se humecta lo que no queremos que se nos eche a perder rápido y hay frescura, no fermentación.
También nosotras cambiamos a leche en polvo y la tomamos como está el tiempo. Solamente el bolillo o las tortillas las ponemos bien tapadas de la toalla que mojamos y ponemos al sol, luego la metemos a una bolsa de grueso plástico y las depositamos en cajas de cartón bien tapada con algo pesado encima y a la hora de la cena, si no están tibias, cuando menos están blanditas y eso si, sea invierno o primavera, nos estamos bañando con agua fría al medio día haciendo tantito ejercicio para no sentirla tan helada el agua; ¡ahhh! y primero metemos un pie, luego el otro, luego el cuerpo y al último la cabeza. Una untada y enjuagarse para meterse a una sábana que nos cubra toda y a la cama por unos diez minutos, llevando desde luego la toalla en la cabeza.