Ora que traes comadre, que te veo como que vienes de Apatzingán.
Nada comadre, que cuando te veo a ti con mi compadre y luego con tu Kique, la verdá que a veces como que me da envidia.
Ayyy comadre, pues vele buscando comadre o al menos que sientas que tal como estás es tu destino.
Mejor comadre, como lo más valioso de esta vida en la mujer es adelante y atrás, pero sujeta a suerte, que mejor pienso en que si hubiera oportunidad, me inclinaría por ser obispo. Imagínate Nicolás Aguilar que es obispo en Los Angeles, mexicano de nuestro color, mira que se tiró a 124 niños.
Y eso qué tiene comadre, si hay tantos casos.
Es que lo de esas partes es lo más hermoso comadre, no hay otra cosa, ya lo comprobé y mira nomás, que ese paisano se echó a puro güerito de ojos azules, cabellos de oro y obedientes hasta el contumás.
Por eso comadre está detenido el nuevo libre del patrón sobre el se termina el celibato o se acaba la religión, porque esto de la pederastia finiquita que de la vida, es el pecado inevitable. Bueno no te acuerdas cuando me dejaste de hablar dos días porque incluí aquí que hasta amasiatos de obispos y sacerdotes del Vaticano ya tenían viviendo ahí por muchos años y sin que nadie les dijera nada.
Comadre, mejor cámbiale y te apoyo para que los padres se casen pero una sola vez, como los popes ingleses y para que más te dé esperanzas, haya sacerdotisas y hasta obispas como en la religión anglicana que por cierto hay en México y nunca han dado en qué decir. Sus creyentes las aprecian mucho.
Pues ojalá y Dios perdone al obispo Nicolás Aguilar y los papás de esos niños no lo maten o se empecinen a meterlo a la cárcel.
No comadre, allá en eso no hay fijón, siempre y cuando no haya daños, es decir desgarres como aquí los estupros.
Po’s claro que no compadre, acuérdate que esas cosas en el catolicismo, se hacen por obediencia, donde nunca jamás hay forcejeos… ¡Auérdate!..
