Vendedores ambulantes, de mercados sobre ruedas y principalmente de la Av. Pedregal de la Eduardo Ruíz, se apoderaron de entradas y salidas del edificio del H. Ayuntamiento desde las siete de la mañana, para pedir la destitución de un tal Baeza que administra Mercados, porque les está exigiendo más de los que pueden aportar los que se ganan la vida vendiendo de esa manera mercancías nuevas y usadas, como los de la Av. Pedregal, donde un par de zapatillas te las rematan en tres pesos, igual que una prenda de vestir, ahí la encuentras desde tres a los cinco pesos.
Exhibían semejantes cartulinas que dicen “fuera la rata de Baeza”, “no lo queremos ya”, con gritos muy fuertes y hasta expresiones altisonantes.
Y a mi comadre, en lo particular y al oído, me comunicaron que el Wily se ha negado a atenderles, pese a que ya sabe el contenido de sus peticiones, una de ellas, es que no pueden seguir dando por debajo del agua cada vez que se les permite instalarse.
La señora Alfonsina que apenas y vende unos ciento treinta pesos cada vez que se tiende en La Pedregal, no me quiso dar sus apellidos, pero sí me juró que su lidereza se quedaba con cinco pesos y a los representantes de Baeza les daba diez. Los recibos que dan no son oficiales, sino de blocs exactamente como los que dan los veladores: “por cooperación”. Ahhh, y tienen que presentar su credencial de la organización a que pertenecen, pero nada de comprobantes oficiales.
Al comentario de que es muy barata la cuota, otro vendedor agregó que los quince es por metro cuadrado, de tal manera que los que abarcan diez metros, aflojan sus ciento cincuenta pesos.
Ellos piden vigilancia por los raterillos y reclaman que cuando Wily les pidió el voto, andaba tomándose la foto, abrazo y beso y ahora, ni el polvo le vemos y eso que quiere ser candidato para gobernador, aunque ya se quedó sin padrino que fue quien lo hizo: Fausto Vallejo.
De plano yo no le entiendo a esto, porque cuando el Wily andaba en colonias, no se vergonzaba y ahora que ya tiene palacio, ni al balcón se asoma para que de perdida salude.
