Comadre, el hecho de que se agudice la lucha porque a veces por la constancia de ella algo sucede, es el resultado de que si digan hasta pendejadas, como la de que el gobernador estuvo en el panteón al entierro del padre del famoso “Chayo”, que por cierto algunos que resultaron beneficiados directamente, lo siguen tomado como santo supuesto que todavía veneran su efigie que siguen teniendo en cientos de hogares de tierra caliente.
El aberro de que alguien quien ha vivido toda su vida en Michoacán, ha servido desde joven en casi todos los períodos gubernamentales de esta entidad, que ni modo que no conozca el riesgo que es llevar al cabo una acción de tal magnitud, si hasta Procurador del Estado fue en el gobierno del señor licenciado Carlos Torres Manzo y sabe que con narcos ni a la hora de su arrepentimiento se deben tener relaciones, con eso de que las especulaciones, de las cosas con que se componen, no conllevan ninguna base o prueba de ello. Si acaso, como decía Miguel de la Madrid, si se tienen relaciones, se manda discretamente un representante que viene siendo siempre el enlace.
¡Ay comadre, ni que no conocieras a Jesús, que se las pinta sin brocha o con compresora para lograrlo más rápido, pues es toda una “chucha cuerera” que se las sabe de todos todas; además dime, lo haría por lana que no tiene el Estado, ¿cuando la Federación ya le va a inyectar recursos económicos?. Acuérdate también comadre, que para gastar en las recuperaciones de las paces públicas, nunca se pide permiso ni existe cuerpo jurídico que revise cantidades. Eso es como el papá de Guerrero: la patria es primero, que por siempre cuando menos desde Juárez, primero la paz, cueste lo que cueste y para eso, ya el Presidente Peña Nieto, se echó la responsabilidad.