Oyes comadre, qué caso me plateaste anoche que me quedé toda impresionada, pues cómo está eso de que un francés vendió su testículo derecho en 36 mil euros, luego se prestó para pruebas contra el évola que es el sida africano en 5 mil y todavía dice que está a la venta lo que no le quiete la vida, que bueno, el japonés que se cortó el “pirrín” porque no lo usaba ni tenía posibilidades por su pobreza de llegar a tener novia, que ya la constitución humana va a terminar en ser parte de la economía personal y el aliviano de no cargar lo que no use.
Acuérdate comadre que hubo una vez en Islandia que se encontró una comunidad de cojos, que se dedicaban a satisfacer el mercado de piernas, que hasta llegaban a comprar tractores adaptados a sus condiciones físicas o como en mismo guerrero tropical o montañoso y en el mismo Cancún, Quintaba Ana Roo, que los mismos padres les llevan los clientes a las casas, para que sus hijas ganen su dinero “dándolas”.
Uhhh, pu’s ya ni le sigas comadre te vas a enterar de más cosas, porque donde quiera las hay, pero con mucha discreción, pero por lo general en eso terminan las ahijadas, que con el permiso de los padres, “ques” que porque el padrino ya no les va a cobrar tantos intereses o la renta o les va a duplicar el sueldo, lo hacen bien “chido”.
Hay algo humano que me encontré, apenas hace unos días, que se están formando asociaciones de gente que no usa bigote y se lo dejan para hacer pasarelas ante mujeres o viejitas, con tal de que den su cooperación para que sigan investigando sobre la próstata y si quieren una probadita de bigote arriba o abajo, paguen bien, con tal de que ya el hombre no deje de hacer el amor porque llegue a enfermarse de la próstata… Eso está bien , ¿no?
