Ayyy comadre, tu siempre con tus achaques, en lugar de que vivas el hoy, que ya el mañana traerá sus propias resoluciones, claro que tú sabes bien que tu medicina está subiendo, porque eres una mezcalera de primera y como te están subiendo el precio, que vas a regresar a tus medicinas de patente.
Comadrita, qué, no te ¿mordiste la lengua?, porque acuérdate que somos, porque antes siempre íbamos a Charo a comprar nuestro mezcalito y nos traíamos hasta dos o tres litros, pero ahora que ya la botella vale más de los doscientos pesos, mejor hemos regresado al vil alcohol, que al fin como “machos prietos que es con coca”, sabe re bien, lástima pues que los refrescos nos hacen mal, pero no tanto y a mi me salen muy baratitos.
Oye comadre, que anoche te vieron por el panteón municipal…
Comadre, fue porque lo vi iluminado y todavía no es día de los muertos, que me metí para ver qué novedad y si ya se le había hecho a Fausto o qué, porque se me hacía muy raro que a las diez y pico de la noche, hubiera gente y muy adornado el principal pasillo, que me dije, ¡ay! yo entro a ver qué veo, para llevarle ideas al patrón que es dueño de Jardines de Dios en Uruapan.
Cállate comadre, que creo que eso lo paró y mejor liquidó a sus socios, por cierto uno de ellos, el arquitecto Zubieta, que con Arriaga Rivera, fue su sub director de Obras Públicas.
Ahhh, pa’que veas que eso no lo sabía, pero de todos modos, platicarle cuando el sábado que lo vea en el café, aproveche para platicarle y preguntarle que si es cierto que Tocavén ahí se compró un espacio que en su entorno puso piedras y árboles y creo que le iban a poner un dispositivo para que timbrara algo, no le fuera a pasar lo que a Joaquín Pardavé o al señor Guerrero que siempre tuvo su mueblería de muebles de oficinas frente a donde luego un edificio se convirtió en Hotel Presidente y ahora está el Aránzazu que lo ocupan fuerzas federales de la policía.
Ya sé comadre que muchos que luego exhuman, los encuentran boca abajo o muy arañados.