Dicen que con el punto metido pa’ dentro del puritito miedo…
* Dueños de changarros que operan sobre la avenida Lázaro Cárdenas chismean que mensualmente se presentan por lo menos dos robos a establecimientos y un par más a la semana a transeúntes que circulan por el lugar y la policía ni sus luces.
Comerciantes que tienen su changarro en la avenida Lázaro Cárdenas tiene un chingo de miedo de ser abatidos por la delincuencia y omitidos por las autoridades de procuración de justicia, cuentan que mensualmente se presentan por lo menos dos robos a changarros un chingo más a la semana a transeúntes de la zona esto ante la inoperancia de la Fuerza Ciudadana, los locatarios hartos contrataron los servicios de corporaciones de seguridad privada a los que pagan 75 varos a la semana para garantizar la seguridad en sus negocios y es que a pregunta expresa sobre el actuar de Fuerza Ciudadana chismearon 8 de cada diez comerciantes chismean que no confían en dicha corporación policiaca.
Por eso les pagan al Agrupamiento denominado Tigre, corporación de seguridad privada que opera de manera constante en la zona, “yo no tengo horario fijo, abro y cierro a diferente hora para que no estudien mis entradas y salidas al negocio”, manifestó Jorge, propietario de un changarro, al señalar que por seguridad ha decidido cerrar a las siete de la noche, a pesar de reconocer que los rondines de Fuerza Ciudadana en la avenida Lázaro Cárdenas son constantes, aseguró que los locatarios sienten mayor seguridad con contratando el servicio de la corporación citada, “aquí los que nos cuidan son los del grupo Tigre porque Fuerza Ciudadana no sirve pa’ nada y prefiero pagarle a alguien para que cuide mi changarro.
Para muestra el 14 de marzo asaltaron la mueblería Diana, en donde cuatro individuos con armas cortas y largas ingresaron al establecimiento, logrando robar 17 mil pesos, cuatro celulares del personal que labora en el negocio y una computadora portátil, “fueron cuatro weyes los que llegaron a las siete de la noche nos sometieron y nos golpearon; y después salieron huyendo”, relató una de las empleadas de la mueblería, “nosotros le pagamos al Grupo Tigre para que nos cuiden porque la policía pasa y no hace nada”, “cuando se fueron los ladrones, dos personas salieron inmediatamente a la calle; iba pasando una patrulla de FC, le hicieron señas, le chiflaron, le gritaron, y hasta le aventaron una gorra en el parabrisas y ni madre que se pararon”.