MSV.- Una vez advertida la ONU de la producción de los robots asesinos y de que entre los mismos habrá uno igual que los asista para recargarlos, por medio de los drones recibiendo indicaciones; uno de ellos podrá acabar con los habitantes de un pueblo, sin que arma terrestre pueda detenerlos ni con agua a presión como en un principio de su producción se pensaba.
Uno de los expertos ha hablado ya de la urgencia de parar esta producción, ya que no solamente los productores los utilizarán para su servicio, sino que los venderán igual que los Estados Unidos hacen con las armas al mundo o Rusia con aviones de guerra en especial a los países que su sistema de gobierno no es el capitalista.
Ya por millones en breve, los robots estarán sustituyendo a la servidumbre en hogares, así como ser asistentes de quienes precisan de ser protegidos en el desplazamiento de sus actividades en general y de que cuiden a niños o sean los guardianes de minusválidos.
Una revolución robótica nos espera, pero la más peligrosa es con la que puede ejecutar las declaraciones de guerra a quienes no acepten acatar condiciones que algún estado enemigo plantee a otro, de tal manera que país que no se robotice, territorio que va a estar sometido al mejor poseedor cuantitativo de ellos y es Japón por lo pronto quien cuenta con el mayor número de ellos, bien para utilizarlos a favor de sus intereses o para comerciar con quien pueda comprarlos.
Los drones que son los aviones no tripulados y que ya están volando a alturas donde no pueden ser localizados, estarán activos en tanto los robots tengan actividades y por medio de eso mismo, que Japón produce pero en baja cantidad, los adquirirá a intercambio, aunque los tratos serán con países que ya tienen adelantos técnicos y científicos de esta nueva arma de defensa y de matar en tiempos reducidos y en lugares inaccesibles.
Asi es de que un mundo diferente viene, donde solamente los países que especializaron su visión educativa, en producciones de dominio a la humanidad, serán los que manden, de tal manera que se podría regresar a los imperios, de los cuales apenas siglos se acaban de quedar atrás