Basta con que uno de los cónyuges manifieste querer divorciarse, se le concederá sin pregunta alguna, pero otorgando toda la información o garantías para cumplir con las obligaciones en caso de que ya exista hijo o hijos menores.
Esta decisión de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia, ya se veía venir después de lo sucedido en los Estados de Morelos y Veracruz, que era muy rígido comprobar por cuál de las causales.
Ahora, el divorcio es sin pregunta alguna y ni necesidad de que ambos acuerden, sino con que tan sólo uno de ellos lo pida.
Asi es de que vendrá el divorciadero, la desaparición de los juzgados familiares y hasta el temor de que siga existiendo el matrimonio por amenaza o miedo de que una de las partes salga perjudicado.