MSV.- Si un semanario de Viena, Austria, admite que la afición de esa pequeña ciudad de La Piedad en México debe recurrir, en caso de que le falle la justicia mexicana, llegar hasta tribunales internacionales, además de organizaciones similares, con tal de gazar cuando menos uno o dos años de lo que logró ganar para disfrutar de espectáculos de fútbol de primera división, porque su entusiasmo para volver a tener esa categoría, no solamente fue del dueño que sufrió por sus deudas, sino el mismo entusiasmo que le pusieron sus simpatizantes para poder tener a ese equipo en ese lugar.
Además, había de parte del propietario declaraciones constantes, que los Reboceros se quedarían en La piedad, porque siempre se rumoró que la cantidad de aficionados, así como el estadio, no eran suficientes para sostener lo que cuesta ni pagar los costes de un equipo de ese deporte en primera categoría, pero como todavía se dice que nadie aguanta cañonazos de tanto dinero, que 15 millones de dólares puestos al escritorio del dueño Kuri, no fueron rechazados y la recompensa es ahora un equipo de segunda división que tiene las intenciones de integrarlo con puro jugador del lugar, como empezó el Guadalajara.
Como La Piedad demandó y ya le fue admitida en uno de los juzgados de circuito su inconformidad, el pueblo se está uniendo para consumir todos los recursos que le queden y si tampoco en éstos no obtuviera nada, irá a los internacionales para que se investigue el cuantioso negocio que están resultado ser las franquicias y las violaciones que al mismo artículo 28 de nuestra Constitución se le están cometiendo monopólicamente.
El que se quedó sin esta clase de espectáculo, fue San Luis Potisí, porque éste al venderse, se fue a cubrir Chiapas, ya que el Jaguares vendido también, fue a cubrir la plaza de Querétaro que bajó a segunda división y a sus jugadores los vendieron ya mejor como el notición ese de que a uno de los contratados por otro equipo que se iba a tercera, por cincuenta balones y que para completar su sueldo, tenía que desempeñarse como especial empleado, preferenciado por horarios que le permitieron entrenar y jugar.
Por haberse “tostoneado” el jaguares y parte de las acciones que TV Azteca tenía, Morelia dice sentir que ahora sí tendrá posibilidades de volver a ser campeón, o mejorado cuando menos, por ser el único equipo propiedad de esa negociación, que por cierto no tiene ningún estadio.
Se dice en La Piedad ahora que están decididos llegar hasta organizaciones internacionales, porque se tendrá que saber el enorme negocio que es el fútbol mexicano y la clase de “cochinadas que se cometen para que sus propietarios hagan dinero y más dinero, que al fin hasta ahora, no ha habido quién los detenga y menos se piense en que ese deporte ya no es sano, sino puro trinquete para hacer más millones.
Imagínese, jaguares y otros que se han cambiado de lugar, declaran que lo hacen porque los gobiernos ya no subsidian a ese deporte, cuando tal desarrollo es del pueblo y para el pueblo, no para unos cuantos que además hacen negocio de ello.
