* Los niños comían fruta podrida, pan enlamado y alimento con cucarachas.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, manifestó que la averiguación iniciada por el caso de la casa hogar de La Gran Familia, en Zamora, “es una de las que más me han impactado en el sentido de encontrar actitudes verdaderamente inhumanas”, ya que los testimonios de 12 víctimas señalan que eran objeto de abuso sexual, castigo físico, aislamiento, privación ilegal de su libertad, y hasta abortos provocados.Redacción
En conferencia de prensa realizada en la ciudad de México, funcionarios de la PGR dieron a conocer detalles de las condiciones en la casa hogar que el martes fue cateada por fuerzas federales, en respuesta a cinco denuncias interpuestas por padres de familia debido a que no les regresaban a sus hijos. El procurador puntualizó que la autoridad local recibió otras denuncias, por lo que fue el propio gobernador Salvador Jara Guerrero el que solicitó la intervención de la PGR.
El titular de la Suprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), Rodrigo Archundia Barrientos, puntualizó que en el operativo fueron rescatados seis bebés, 154 mujeres y 278 hombres menores de edad, 50 mujeres y 109 hombres mayores de edad. Además, debido al grado de desnutrición que presentan, se desconoce la edad de cuatro mujeres y seis hombres.
Añadió que por su probable responsabilidad en delitos graves fueron detenidas nueve personas que rinden su declaración ministerial en instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Murillo Karam puntualizó que tendrán que ser muy cuidadosos “a la hora de determinar quiénes son los responsables, en razón de que hay héroes también dentro de este terrible y escandaloso caso”.
Abusos sexuales, maltrato, cuartos de castigo…
La PGR ha recabado la declaración de 12 víctimas, testimonios que “tienen un peso sustancial en la integración de la averiguación y nos faltan muchísimas más”, puntualizó el procurador. Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal, compartió con la prensa algunos de los relatos.
La mayoría de las víctimas coinciden en que eran obligados por el personal del internado a tener sexo oral o relaciones sexuales, a veces a cambio de dinero y en otras ocasiones con amenazas; destaca el proceder de un empleado apodado El Sito que amenazaba a las víctimas con matarlas o extraerles los órganos si no accedían a tener encuentros sexuales. Una menor también mencionó que uno de los administradores del lugar la violó y embarazó, pero fue golpeada en el vientre en repetidas ocasiones hasta que abortó.
La mayoría de las víctimas dijeron haber sufrido maltrato psicológico y físico, pues los menores eran golpeados con varas de madera y mangueras cuando no cumplían órdenes. Uno de los afectados habló de “El Pinocho”, un cuarto de castigo de escasos dos metros cuadrados y tres metros cúbicos en el que eran encerrados por largos periodos, sin comida y sin agua; sin embargo, otros jóvenes les proveían alimentación a escondidas.
Mencionan también que eran retenidos en el albergue contra su voluntad. Incluso, una de las víctimas declaró que fue internada con engaños de Rosa Verduzco, quién le ofreció liberar a su prima a cambio de que ella se quedara, pero cuando ingresó, no dejó salir a ninguna de las dos.
Los testimonios revelaron también que les daban de comer fruta podrida, pan enlamado y alimento con cucarachas. Tomás Zerón puntualizó que los habitantes de La Gran Familia vivían en condiciones inhumanas, pues se encontró fauna nociva en dormitorios y espacios de alimentación, además de que se encontraron más de 20 toneladas de basura en donde ellos desarrollaban su vida cotidiana.
Murillo Karam atajó las críticas derivadas del apoyo que los tres órdenes de gobierno daban a La Gran Familia, puesto que “los primeros sorprendidos del tamaño del problema fuimos nosotros; considerábamos a este como uno de los centros al que podíamos confiar el cuidado de los menores (…) contaba con prestigio para todos”.
Después de que connotados intelectuales y hasta políticos mostraran su respaldo a Mamá Rosa,entre ellos el ex presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún, el procurador sentenció: “no podemos actuar en función de opiniones, por respetables que sean, ni podemos actuar en función de qué tamaño es la situación. Hay que actuar estrictamente en apego a la ley, estrictamente con fundamento en evidencias y estrictamente con el cuidado de quienes son víctimas”.