Tempranisimo partimos patrocinados por el ejecutivo rumbo a la capital mundial de las esferas, en donde se exalta la figura heroica de don Ignacio López Rayón, uno de los hombres que ayudaron a construir el méxico que hoy disfrutamos, el méxico que hoy conducimos, el méxico que hoy proyectamos hacia un universo alto de trabajo y de progreso: José Eduardo Anaya Gómez
Hoy estamos aquí, las y los legisladores de Michoacán, en la Plazuela “Hermanos López Rayón”, para conmemorar las Batallas del Campo del Gallo, así llamadas, porque desde el fuerte construido en el Cerro del Gallo o Campo del Gallo, los hermanos Rayón salían a combatir a los ejércitos españoles, obteniendo victorias como las de Jerécuaro, San Juan del Río, la Hacienda de Solomayé y en el Cerro de Nadó.
Así lo expresó el diputado José Eduardo Anaya Gómez, en el marco de la Sesión Solemne que realizó la LXXII Legislatura con motivo del CCII Aniversario de las Batallas de Campo de Gallo en Tlalpujahua, Michoacán, y en la cual estuvieron presentes el Gobernador del Estado, Salvador Jara Guerrero, el Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral del Estado, Alfredo Castillo Cervantes y el Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Juan Antonio Magaña de la Mora.
Es para mí, subrayó el legislador, un alto honor representar al Honorable Congreso del Estado hoy en Tlapujahua para conmemorar las Batallas del Campo del Gallo, que exalta la figura heroica de un hombre de esta tierra: Don Ignacio López Rayón, “uno de los hombres que ayudaron a construir el México que hoy disfrutamos, el México que hoy conducimos, el México que hoy proyectamos hacia un universo alto de trabajo y de progreso”.
Este México, del que Ignacio López Rayón, dijo “ya es tiempo que el pueblo, olvidado por unos, compadecido por otros y despreciado por la mayor parte, aparezca con el esplendor y dignidad que merece”.
Considerando la magnitud de una figura como la de Don Ignacio López Rayón, Anaya Gómez hizo un llamado a seguir el buen ejemplo de los hombres y las mujeres que forjaron esta tierra; es necesario, dijo, retomar los idearios en que se finca nuestra armonía social, nuestro concepto de justicia y nuestra idea de libertad, recordando la frase lapidaria de Ignacio López Rayón, “Sólo la cobardía y la vagancia serán las únicas que denigren al ciudadano, y el templo del honor abrirá indistintamente las puertas del mérito y la virtud”.