A poco comadre, tu crees que de veras la Gordillo la haga de tos, si la reacción de los trabajadores de la educación quieren por ellos, no por ella.
Bueno comadre, para que te eches un buen trompo a la uña, te voy a decir que sí la puede armar, porque si chorrea no solamente con quien hizo transas, sino de lo que se enteró y le consta durante su evidente penetración a cuatro gobiernos, que aparte de saber cómo llegó uno y por qué salió el otro, o qué se tuvo que hacer para que el país estuviera en paz, pero haciendo más pobre al pobre, que conociendo muchos trinquetes y grilladas, puede lograr que cientos de importantes le hagan compañía, porque hasta acuérdate que la señora de Fox, la llamada Marta -sin hache-, hizo que su tío, el padre Sahagún comprara cierto número de lotería y otros de pronósticos deportivos, que qué casualidad, se sacó buena cantidad de dinero y de ahí tomó, dicen, para hacer varias obras, pero el asunto es que como en varios gobiernos Elba Esther era la que ponía a su gente en esas dependencias, que ordenó lo que le habían ordenado, así se publicó y se comentó por mucho tiempo.
En el ISSSTE no se diga si ella era la que mandaba, que los que pasaron por sus manos, que algunos que se quejaron de ser presionados, inmediatamente fueron quitados por sus órdenes.
Pero mira comadre, ya la Gordillo no va a atener voz, los medios saben que si le hacen ruido, les quitan los subsidios y vaya que hay intenciones de mermar esa clase de gastos, porque como decía López Portillo, “no voy a pagar porque me peguen” y también los difusores entienden en qué tiempo nos ha tocado vivir y lo que se puede y lo que no se debe dar a saber.
Eso sí, por mucho dinero que tenga escondido y pague, lo que diga pasará a ser secreto de estado y solamente éste sabrá lo que hace, si le conviene o no dejar que se sepa.
