Víctor Silva solicitó a las delegaciones de Sagarpa, Conagua, SCT y demás dependencias federales enfocadas en el combate a la pobreza, como integrantes del Comité Intersecretarial de la Cruzada en la entidad, que en los próximos días definan ‘cuanto le van a poner’ y en donde van a aterrizar cada proyecto, bajo el compromiso de bajar más de 70 programas federales en localidades, colonias y rancherías calificadas previamente por el INEGI y Coneval, con criterios técnicos y no políticos.
La Cruzada Nacional contra el Hambre no se limita a repartir despensas y leche de Liconsa o a llevar los alimentos de la canasta básica a las familias que menos tienen. Es una estrategia integral de combate a la pobreza que incluye mejoras en la calidad de vida, como salud, educación, agua potable, drenaje, saneamiento, obras carreteras y comercialización de los productos del campo, aclaró el delegado de la Sedesol en Michoacán, Víctor Silva.
Arrancar oficialmente la Cruzada en los municipios de Zitácuaro y Maravatío, el funcionario federal anunció una revisión a fondo de los padrones de beneficiarios de los programas sociales para que los apoyos lleguen “a los pobres de entre los pobres”, a los que sufren pobreza alimentaria con un grado de desnutrición evidente.