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México, D.F.- Lázaro Cárdenas del Río nos alienta a todos a construir un mejor México; su aniversario luctuoso debe ser motivo para unir a nuestras voluntades y comprometernos en su memoria a seguir luchando por la apremiante defensa de los que menos tienen, sentenció José Ascención Orihuela Bárcenas.
En el punto de acuerdo que presentó el Senador priísta, con motivo del XLII aniversario luctuoso del General Lázaro Cárdenas del Río, ex Presidente de México, expresó que mantiene una presencia permanente en nuestra vida cotidiana, en la política moderna, sobre todo, en aquella que se basa en la justicia social y la equidad. Su imagen se vincula al concepto de patria y se convierte en un exponente de valores ampliamente compartidos, el indigenismo, la justicia social, el respeto por los derechos de los trabajadores y el igualitarismo.
Chon Orihuela indicó que este michoacano ejemplar representa la sencillez y la generosidad de la gente común. Representa un símbolo importante de la independencia política y económica, de la soberanía nacional, del agrarismo, de las conquistas y las más nobles causas laborales.
“En el Grupo Parlamentario del PRI, recordamos al soldado de la Revolución Mexicana, al gobernador de Michoacán de Ocampo y al Presidente de la República. Los mexicanos, pero sobre todo los michoacanos, tenemos el compromiso de retomar su gran ejemplo e ideología, de comprometernos a legislar y representar a favor de los que menos tienen”.
En tribuna de la Cámara Alta del Congreso de la Unión, Orihuela Bárcenas, exhortó a que en la actual legislatura del Senado de la República, se rindiera un merecido homenaje a uno de los más grandes estadistas que ha dado México; excepcional michoacano del cual todos nos sentimos orgullosos.
A 42 años de su aniversario luctuoso, señaló el senador michoacano, recordamos al nacionalista sin desplantes ni concesiones que expropio nuestras riquezas petroleras, al hombre con visión social que inició el reparto agrario, al político que hizo justicia a la Revolución Mexicana, pero también al altruista que abrió las puertas de México a los exiliados y perseguidos del mundo.
Celebramos al Presidente de la República que creo las instituciones que durante décadas dieron estabilidad y progreso a México; al gobernante que predicó la paz donde había violencia; a quien hizo del poder un instrumento de servicio y una vía para acceder a la justicia social.
Chon Orihuela detalló que Lázaro Cárdenas del Río nació el 21 de mayo de 1895 en el municipio de Jiquilpan, Michoacán de Ocampo. Fue el tercero de los ocho hijos del matrimonio formado por Dámaso Cárdenas Pinedo y Felícitas del Río Amezcua. En 1913 se une a la Revolución donde sus conocimientos como escribiente, así como su valentía, le permitieron ganarse la simpatía y la confianza de sus superiores e ir ascendiendo en el ejército revolucionario, principalmente como hombre de confianza del General Plutarco Elías Calles.
Fue nombrado Gobernador de Michoacán la primera vez en 1928 y una segunda ocasión en 1932, como parte de sus acciones inicio una política de reforma agraria para dotar a los campesinos indígenas de tierra. El 1 de diciembre de 1939, tras ganar las elecciones federales, asume la Presidencia de la República, haciendo realidad muchos postulados de la Revolución Mexicana.
El General Cárdenas es el primer político que realizó una gira nacional como candidato, como estrategia para ir recogiendo en cada estado y municipio las necesidades y demandas de la sociedad. Estrategia que le permitió gobernar en contacto con el pueblo, demostrando una gran sensibilidad social al realizar grandes reformas en beneficio de los indígenas, obreros y campesinos.
Sin duda, una acción que demostró su vocación democrática fue cuando dispuso abrir las puertas de Palacio Nacional para escuchar las voces de los indígenas y campesinos, y sobre todo, cuando instaló del hilo telegráfico para lograr que el pueblo se quejara ante el Poder Ejecutivo.
El sexenio cardenista, finalizó Chon Orihuela. representa un importante periodo de desarrollo económico para México, donde no solamente se nacionalizó la industria petrolera, sino también los ferrocarriles.
