*Sabor, aroma, música y baile colmaron la degustación organizada entre el Ayuntamiento y los locatarios del Mercado Miguel Hidalgo
Con la degustación de 25 sabores diferentes, se llevó a cabo la segunda edición de la Feria del Atole en el Mercado Miguel Hidalgo, mejor conocido como “San Agustín”, donde más de mil personas acudieron al ameno evento que organizó el Ayuntamiento moreliano encabezado por Wilfrido Lázaro Medina.
En el marco del 44 Aniversario de la fundación del tradicional mercado de antojitos mexicanos, la Secretaría de Servicios Públicos, a través de la Dirección de Mercados y Comercio en Vía Pública, desarrolló esta feria con el objetivo de impulsar la economía interna del municipio, atraer visitantes y dar cumplimiento a los ejes de gobierno “Morelia para el Mundo” y “Morelia con Mejores Servicios”.
De esta forma, durante la noche del sábado la explanada de San Agustín se llenó de sabor, color, música y baile; con una variada degustación de atoles de chocolate, piña, tamarindo, jamaica, limón, fresa, guayaba, canela, galleta, naranja, zarzamora, cajeta, grano, pinole, coco, mandarina, mango, frambuesa nuez y vainilla, entre otros sabores, las 20 locatarias celebraron que desde hace 44 años han puesto en alto la gastronomía regional a nivel internacional.
Con la participación del Ballet de Danza Árabe “Rojo Luna” y, posteriormente, con la melodías románticas del dueto “Lesbia y Fernando”, morelianos y turistas disfrutaron además de la rifa de 10 piñatas y la entrega de mil aguinaldos por parte de la administración municipal.
El Mercado Miguel Hidalgo cuenta con una tradición de 60 años, cuando en aquel entonces los comerciantes ofrecían artículos de primera necesidad y alimentos bajo el tejamanil y el petate, así la gente comía en asientos de poca altura o en cuclillas, posición por la cual se le llamó “el mercado de los agachados”.
En 1969 comenzaron las gestiones para remodelar el inmueble y en 1972, siendo presidente municipal Marco Antonio Aguilar Cortés, se reinauguró el actual mercado con la reubicación de los puestos en los pasillos de la arquería perimetral, para dejar libre el espacio central de la explanada y así apreciar en todo su esplendor el Templo y Convento de la orden de los agustinos.
La más antigua vendedora del mercado, Doña Martha Moreno Gasca, señaló que en esta ocasión especial preparó atole de amaranto, el cual siempre vende muy bien porque lo hace con maíz para que tenga un sabor rico; “toda publicidad es buena para nosotros y con estos eventos aumentan posteriormente las ventas”.
Miriam Martínez Cervantes realizó atole de tamarindo, piña y chocolate para la feria que “tiene por objetivo dar promoción al mercado, lo que nos favorece al haber mayores ventas y sobre todo en esta temporada que se antojan bebidas calientes; normalmente vendo 50 litros diarios y en el invierno se incrementa a 70 u 80 litros”, precisó.
Con atole de canela, guayaba y negro, María del Rosario Ochoa Juárez participó en la segunda edición de la feria, “el año pasado funcionó muy bien la realización del evento para darle difusión a nuestra cocina y atraer al turismo; en días normales preparo 20 litros y ahora es el doble”, indicó.