Antes de que levante las cejas, déjeme decirle que hay hombre y mujeres, niños y niñas que sacan la casta por el Estado, sin embargo, no tenemos deportistas destacados, ni importantes, que figuren a nivel nacional o internacional. Vuelvo a lo mismo de que sirve invertir exhaustivamente en un sector si esta inversión no viene acompañada de un plan estratégico e integral.
Por mucho que construyan pistas, canchas, auditorios, albercas, estos solamente servirán de uso lucrativo, es decir, por placer y no por profesionalismo. La Secretaría de Educación del Estado debería ser la encargada del Deporte Estatal y bajo su brazo debería estar la CECUFID, entonces ella regularía el deporte Estatal.
Lo que necesita el deporte local es un plan de trabajo a muchos años donde establezca una estructura de competencias, estas motivarán a que cada escuela tenga equipos representativos, los cuales crearán un espíritu verdaderamente deportivo.
Nunca a través de los años ha habido una regulación del deporte, todo mundo a creado su propio sistema de competencia, sin orden y como puede, por eso la SEE debería ser el ente principal, para que ella defina la estructura deportiva.
Las ligas, clubes deportivos y escuelas privadas, también deberían incorporarse a este sistema, ya que de la competencia salen los verdaderos campeones.
Los deportistas destacados del Estado deben sus triunfos a sus padres que tuvieron la visión y el sacrificio de apoyarlos toda la vida, no a el Estado. La becas deportivas deberían ser un incentivo para los mismos padres y no para los deportistas que ellos siendo aficionados, no profesionales, no deberían percibir recursos económicos.
379 deportistas que van a asistir a la Olimpiada nacional, no son nada a comparación de los 3 millones de habitantes con los que cuenta el Estado, es el 0.01 por ciento y aparte de todos estos deportistas solamente ganan alrededor de unos 30. Por eso que el deporte michoacano es tan malo como sus dirigentes.
Por eso, por mucho que construyan, sino se crea un plan visionario, toda es infraestructura será infructuosa y seguirá dando deportistas mediocres y muy pocos verdaderos campeones.