Un doble arco iris ilumina un paisaje espectacular en Kirkjufell, Islandia. Si la esperanza de una olla de oro no es suficiente, a veces la madre naturaleza nos da la oportunidad de seguir dos. La doble dosis de optimismo atmosférica es un resultado de los efectos ópticos que ocurren en tándem. Todos los arco iris requieren la presencia del sol y la lluvia con el fin de formarse. Con el fin de ver un arco iris, el sol debe estar a la espalda del espectador, y la lluvia debe caer por delante del espectador. No necesariamente tiene que estar lloviendo en o cerca del espectador, pero la lluvia debe estar presente por delante del espectador hacia el horizonte.