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* La FMF dejó pasar varias alertas de lo que terminó en escándalo, aunque no en suspensión mundialista.
Contada casi en su totalidad por diferentes protagonistas y en distintos momentos, la historia del dopaje de Salvador Carmona y Aarón Galindo durante la Copa Confederaciones del 2005 aún requiere ser hilvanada y esclarecer varios de sus capítulos.
A diez años de conocerse la noticia, mismos que se cumplieron este domingo 21 de junio, involucrados en el caso aún señalan errores inocentes y otros premeditados. Incluso uno de ellos, el abogado David Cohen, quien asesoró a Cruz Azul y Carmona, sugiere un partido amañado como posible consecuencia que, a la luz de los últimos escándalos en FIFA, no suena descabellado pues implica a México y Trinidad y Tobago, país de Jack Warner, investigado por el FBI.
EL DOPAJE ANUNCIADO, LA BOLA DE NIEVE
Era muy bueno como para ser verdad. La Selección de Ricardo La Volpe había vencido a Brasil y se enfilaba a Semifinales de aquella Confederaciones en Alemania.
Carmona y Galindo jugaron ese partido, y el triunfo previo contra Japón, pero el de Grecia ya se lo perdieron. Volaban de regreso a México por una “indisciplina grave”, primer engaño de Federación Mexicana de Fútbol que al inicio ocultó la causa real.
Ambos habían dado positivo por Norandrosterona, contenida en el producto Decavar que utilizaban para aumentar la masa muscular, del cual habían avisado a José Luis Serrano, médico del Tri que le reportaba a Nicolás Zarur, Jefe de la Comisión Médica de la FMF.
“Sí lo reportaron, ellos en su hoja reportan lo que tienen, pero el doctor Serrano es el que vio. Yo me doy cuenta hasta que abro las actas y abro todo”, relató Zarur.
Pero ese no fue el primer aviso que dejó pasar la Federación para evitar el escándalo originado desde el 31 de mayo, cuando todavía en México se realizaron las pruebas que al día siguiente fueron enviadas por paquetería al laboratorio de UCLA, lo que retrasó el proceso.
LA GRAN CONTRADICCIÓN
La clave del enigma esta en lo sucedido entre el momento en que Zarur recibió en el DF los resultados de la muestra “A”, la petición para abrir la “B” y el supuesto tiempo que pasó para finalmente avisar en Alemania de la confirmación del dopaje.
Zarur ha reconocido que por error pidió abrir la “B” y que por problemas de horarios no pudo avisar a tiempo. Esa fue la historia oficial ante la FIFA.
“Si es cierto o no es cierto esa historia, Salvador (Carmona) ya dijo que no era cierto”, recordó Cohen.
En noviembre del 2010, al salir de una audiencia por el juicio en el que buscaba que la FMF lo indemnizara después de ser suspendido de por vida por reincidir en el dopaje, Carmona aceptó que todos sabían que ambos jugaron dopados.
“Saber cómo lo orquestaron, de qué manera lo hicieron, quién se puso de acuerdo, quién dio la instrucción, que esa es la parte relevante, es lo que tendría que salir a la luz”, agregó el abogado.
“Si a México no lo sancionaron con una inhabilitación del Mundial de Alemania 2006 fue precisamente porque el doctor Zarur reconoció que él había sido el que cometió el error. El doctor Zarur tuvo que reconocer que él se tardó en avisarle a Alberto de la Torre (entonces Presidente de la FMF)”.
– ¿El doctor Zarur fue el sacrificado?
“Sin duda”, respondió Cohen.
Ante la misma pregunta, el médico no se descarta con esa etiqueta e incluso menciona que le gustaría escribir un libro sobre el caso.
“La historia lo dirá”, expresó.
LAS DUDAS DE LA FIFA
Cohen recuerda que en la sentencia donde multaron a la FMF con 750 mil francos suizos (aproximadamente 12 millones de pesos), la FIFA mencionó que la versión con el supuesto error de Zarur fue acreditada “de manera poco creíble”.
“La FIFA no les creyó esa. A pesar de eso, por alguna razón, manejos, en fin, determinaron solamente imponerles una sanción económica”, recordó.
“Ahí habrá que ver también quién estuvo involucrado en todo eso. ¿Quién pasó al Mundial? Trinidad y Tobago. ¿Y a quién le ganó el último partido Trinidad y Tobago? A México. Igual valdría la pena volver a ver ese partido. Fue un partido un poquito extraño”.