MSV.- Luego de haber encontrado de que el 90 por ciento de los papas, que en algunas ocasiones de su mando confiaron estar ya cansados, desde el año de 1407, ninguno de los que llegaron a ser elegidos para ser representantes de Dios en la tierra, había renunciado. 598 años después sucede sorprendentemente lo de Benedicto XVI, sin admitir alguna causa que sea motivo legal para hacerlo, ya que su pretexto, que es el cansancio, se considera parte de la Fe con que un Papa sirve a Dios.
Gregorio XII si renunció, fue por evitar el Cisma de Occidente en que se encontraba la Iglesia, la prueba es que una vez que renuncia, Roma, Aviñón y Pisa se concilian aplaudiendo la decisión del Papa Gregorio XII, cuyo nombre era Angelo Correr, que con gusto jura jamás intentar volver al papado.
Ese fue el motivo, que es legal, pero no por cansancio, porque entonces, simplemente, el Santo Juan Pablo II, hubiera renunciado muchas veces, ya que hasta balazos recibe y pese a ello, platica y perdona a quien lo quiso matar. Tuvo más incidentes de enemigos que querían hacerle lo mismo y nunca y ni por las intervenciones quirúrgicas que le hicieron, dijo estar cansado.
Ya viendo que no es una renuncia por gusto, sino por necesidad, que como no se puede resolver la pederastia que aumenta y como habló él, que el celibato de los servidores de la Iglesia Católica, no una era orden, sino una disciplina, que con esta distorsión humana que actualmente aumenta, es donde la fisiología ha somete a la pureza del servicio sacerdotal, que mientras la paganía provoque y la falta de fe debilite, la Iglesia Católica va a empezar a aceptar que para que no se pierda la fe, tendrá que desaparecer la religión.
Y eso no es todo, el todavía Papa hasta el 28 de febrero de este año, acusa una gran falta de carisma y desde luego como alemán, no congracia con los judíos que están sentidos porque la Iglesia no intervino ante Hitler, que mandó a más de cinco millones de judíos a la incineración, a muchos de ellos, con plena vida.
Si ampliamos el disenso, no se ha olvidado que entre el catolicismo, se sigue pensando en que los judíos fueron los que mataron a Cristo y como esa raza es la que maneja la economía del mundo, ni modo que borre de su sentimiento que un alemán como el Papa que hoy renuncia, no debió haberse elegido.
El estado moral de la Iglesia Católica es muy incómodo, con eso de que ni a Marcial Maciel de los Legendarios de Cristo permitió que se le consignara y que de casos similares en donde hay católicos, los ha callado, además de que su inmensa riqueza, en lugar de hacerla trabajar para atenuar la grave pobreza que padece gran parte del mundo.
Estas penas que se le están agudizando, francamente es como para creer que la renuncia de Benedicto XVI, es el anuncio de que es imposible que la religión católica, única iglesia que crea Cristo, deje de empezar a caminar hacia el cadalso.