El Papa Francisco se reúne en la residencia de Santa Marta del Vaticano con Meriam Ibrahim, de Sudán, acompañada de su esposo e hijos Mayas y Martin. La mujer sudanesa había sido condenada a muerte en Sudán por negarse a abjurar de su fe cristiana, condenada por cargos de apostasía. Al igual que en muchas naciones islámicas, a las mujeres musulmanas en Sudán se les prohíbe casarse con no musulmanes, aunque los hombres pueden casarse fuera de su fe.