El PRD debe ser un partido con una línea política clara y apegada a los principios con los que nació y llamó a los mexicanos a constituirlo; en consecuencia, la defensa de la riqueza y la soberanía nacional, así como los derechos sociales y laborales de los mexicanos deben ser el motivo principal de la acción política del partido para construir un México más justo y equitativo, manifestó Fidel Calderón Torreblanca, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso del Estado, en el marco del 25 aniversario de la Fundación del Sol Azteca.
Calderón Torreblanca, señaló que las Reformas, Laboral, Fiscal, Educativa y Energética, aprobadas por el Congreso de la Unión, contravienen los principios cardenistas que nutren a este partido al que se sumaron millones de mexicanos. Es con ellos, puntualizó el legislador, con quienes el PRD debe mantener vínculos y compromisos para hacer realidad sus anhelos de justicia social.
El Sol Azteca debe reencontrarse con esos millones de mexicanos que se incorporaron a la lucha con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida.
El legislador local manifestó que la única forma de estrechar la relación con esa base que le dio vida al PRD, es hacer suyas las luchas y acompañarlos en contra de las acciones, las leyes y las decisiones que les afectan en su economía, educación, salud y seguridad.
Puntualizó que el (PRD) nació de un movimiento social y después del fraude electoral de 1988 se constituyó como partido político. Hoy a 25 años de la fundación del PRD, las acciones del actual Gobierno Federal, renuevan la vigencia de los principios de este partido, que nació para defender las causas nacionales y lograr que la democracia se traduzca en bienestar económico y de oportunidades para los mexicanos.
En palabras del General Cárdenas “suprimir lo superfluo para que nadie carezca de lo necesario y se evite que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres”.
Por lo que ve a la organización interna del PRD, manifestó que se requiere un partido con iniciativa y compromiso permanente, sobre todo de quienes tienen responsabilidades de dirigencia partidaria, de gobierno y legislativas.
El (PRD) debe ser un partido de una sola línea. En función de ella deben actuar las dirigencias nacional, estatales y municipales, los gobiernos del partido, sus legisladores federales y locales. En ese contexto es necesario dejar de lado actitudes sectarias y buscar abrir el partido a nuevos militantes que se identifiquen con nuestros principios.
El Sol Azteca debe superar las confrontaciones internas y buscar la unidad en torno de un liderazgo que conduzca al partido con base en sus principios que le dieron origen y que generaron simpatía entre millones de mexicanos.
El (PRD) tiene una enorme tarea organizativa para hacer frente y revertir las reformas anticardenistas.