En una vertiginosa carrera, aunque menos concurrida que en los primeros días, los toros de lidia, de media tonelada de peso, persiguieron a los corredores por las sinuosas y resbaladizas calles de esta ciudad. El encierro duró sólo dos minutos y doce segundos. Cuatro personas fueron heridas y tres de ellas tuvieron que ser hospitalizadas, anunció en un comunicado la región de Navarra, cuya capital es Pamplona. Cargando contra la multitud y, en ocasiones, pisoteando a aquellos que resbalaban y se caían tendidos en el suelo, las bestias recorrieron en dos minutos y 12 segundos los 848.6 metros de carrera hasta la plaza de toros de la ciudad, donde morirán por la tarde en las tradicionales corridas. Desde 1911, 15 personas murieron en estas populares fiestas descritas por el estadounidense Ernest Hemingway en su novela “Fiesta” (1926). La última de ellas fue un español de 27 años que falleció víctima de múltiples cornadas en 2009. Centenares de miles de personas, muchas de ellas extranjeras, acuden anualmente a los Sanfermines, llenando esta pequeña ciudad de 300,000 habitantes.
