El Teatro Matamoros es Pendiente de la Federación: WLM

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El presidente Municipal de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina considera que el Teatro Matamoros es un pendiente de la federación, es una obra que espera que sea concluida para que no sea un atraso porque desde el año pasado ha sido reiterada la solicitud del gobernador, Salvador Jara Guerrero ante Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) para que se pudiera activar la obra vía la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado.
En el marco del 201 aniversario luctuoso de Mariano Matamoros, el edil comentó que el Estado ha estado al pendiente de las gestiones para efecto de reactivar la obra. No obstante, hasta el momento no habido respuesta, de ahí que espera que CONACULTA en este año se haga presente, porque hace falta más de 80 millones de pesos para acabar la obra.
Cabe destacar que el edil fue el anfitrión del evento cívico que se efectúo a un costado del Teatro inconcluso, ahí José Fabián Ruiz, director del Museo de la Casa Natal de Morelos habló de la vida u obra del ilustre. Explicó que Mariano Matamoros fue grande por su estrategia de batalla, la cual utilizó para vencer al ejército guatemalteco.
Asimismo recordó que Matamoros se llenó de gloria con la famosa batalla de San Agustín del Palmar, donde atacó al regimiento de Asturias que había llegado a Veracruz días antes y que venía a defender al virreinato; “así que Matamoros fue elegido por Morelos para nombrarlo su brazo izquierdo”, porque el derecho fue Hermenegildo Galeana.
También remembró el acontecimiento fatal de Matamoros, donde Morelos no pudo intervenir porque estaba incapacitado por un fuerte dolor de migraña; por ello Matamoros llevó el peso de la derrota en Puruarán el 5 de enero de 1814, ahí fue prisionero, conducido a Valladolid y fusilado el 3 de febrero del mismo año, en los portales de la plaza.
El Congreso de 1823 declaró a Mariano Matamoros benemérito de la patria y mandó escribir con letras de oro su nombre en el salón de sesiones. Los restos del héroe, depositados provisionalmente en la capilla de los Terceros de San Francisco, de Morelia, la tarde de la ejecución, fueron trasladados a Ciudad de México en 1823 y enterrados en el altar de los Remedios de la Catedral.

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