Un electricista fue rescatado del fondo de una barranca de aproximadamente 50 metros de profundidad, gracias a los ladridos de su perra “La Bonita”, misma que nunca lo dejó después de que fue golpeado y asaltado por un par de ladrones, quienes enseguida lo arrojaron hacia el voladero y de forma milagrosa sobrevivió a la mortal caída; la víctima fue auxiliada por los paramédicos de Protección Civil, los bomberos municipales y los elementos de la Policía Federal que acudieron a la zona llamados por los vecinos que habían oído ladrar al can y al acercarse se habían enterado de la emergencia.
Todo comenzó, cuando Juan Cruz García Juárez, de 43 años de edad, regresaba a su domicilio en la colonia Luis Donaldo Colosio, de esta ciudad, acompañado de su perrita La Bonita.
Ellos transitaban por las calles de la colonia Leandro Valle, de esta urbe, cuando dos hampones les salieron al paso.
Los rateros despojaron a Juan de sus pertenencias al tiempo de que lo atacaban a patadas y puñetazos, mientras que La Bonita ladraba desesperada, hasta que los “amantes de lo ajeno” al ver inconsciente a su víctima la arrojaron a un desnivel cercano al lugar para después huir.
La Bonita se lanzó a la barranca detrás de su dueño y ahí se quedó toda la noche junto a él; al amanecer los ladridos del animal se escuchaban en una buena parte de la colonia y unos niños que jugaban cerca del voladero se acercaron hacia él al oír a la perra.
De esta forma vieron que en el fondo estaba un hombre seriamente lesionado e inmóvil y entonces llamaron a sus papás; a su vez, los adultos pidieron a los servicios de emergencia su apoyo y así, con técnicas de rescate vertical, el ciudadano fue salvado, ya para las nueve de la mañana de este miércoles.
Posteriormente, Juan Cruz fue canalizado al Hospital Civil de esta población de Apatzingán, donde quedó internado; persona que presentaba síntomas de hipotermia, una severa lesión en el cráneo, además de tener la pierna y el brazo derecho fracturados.