MSV.- El resultado de esta crisis en que estamos viviendo, van a ser generaciones carentes de todo: pobrísimas, incultas, con poca educación y tristes, ajenas de alegría y satisfacciones de haberse creado arrinconados por su pobreza a un reducido espacio donde algún medio electrónico les hizo conocer atractivos de niñez y juventud, pero no en directo gozarlas.
Hasta ahora no ha habido organizaciones que adviertan que apenas y comen y dan de comer tortillas y frijoles acompañados pocas veces de Huevos y una o dos veces por semana algún caldito de pollo, pero que como van los pecios de estos alimentos a causa de la gripa aviar, van a dejar de ser adquiridos, pues los salarios no alcanzan para tanto y menos que no sale la vacuna obligatoria para que los hombres no engendren, primer paso para que sin que se doblegue la Iglesia, se pueda tener control de la demografía humana.
En el particular caso de México, no queda otra que la apertura o verdad de Pemex: admisión de capitales privados o reconocer públicamente que en muchos de sus sectores, desde ha, se trabaja con particulares, porque la empresa pierde o no puede cubrir todo directamente.
Existe la esperanza de que los 380 mil millones de dólares que calcula el Presidente van a invertirse en lo relacionado a esta industria de estado, que servirán para la creación del empleo y el trabajo de que padecemos, y no haya ya tanta inconformidad, ampliación de producción, venta y tráfico de drogas, crecimiento de criminales organizados, secuestradores y cobra pisos que dicen otorgar seguridades.
La preocupación de los estudiosos en esencia es que para el inmediato futuro vamos a tener que lamentar muchas deficiencias, principalmente el desarrollo de esta niñez y juventud que va a carecer de ánimo para vivir porque sus padres ya no tuvieron siquiera para llevarlos al parque, en función de que hasta los dulces han triplicado sus precios y como no fueron hijos únicos sino promedio menos uno o dos de la media docena, que sin los cien pesos o más, los padres de familia, no los llevaron a distraerse y eso que un parque no distrae ni un tanto por ciento de lo que se publicita para menores y adolescentes en los medios electrónicos.
En la historia de los grandes avances, es que en las más férreas crisis, se han descubierto los grandes inventos. Acaso, ¿nos hace falta más, para que se pueda conseguir el control de nuestra demografía, que es la causa principal de nuestra situación y del mundo?