Mantener la belleza arquitectónica de la capital de Michoacán, es el resultado del trabajo coordinado entre Gobierno y sociedad, por ello, es fundamental la participación ciudadana para conservar los espacios públicos en las condiciones adecuadas a fin de que las familias morelianas y turistas, puedan disfrutarlos con libertad y seguridad.
En este sentido, el Ayuntamiento de Morelia emprende una campaña para invitar a los comerciantes que laboran en la vía pública, a que se ajusten al Bando Municipal relativo al Centro Histórico, así como a los reglamentos tendientes a conservar las plazas para el esparcimiento de la ciudadanía.
El coordinador ejecutivo del Centro Histórico, Gaspar Hernández Razo, detalló que la campaña busca informar a los vendedores ambulantes sobre el marco legal que existe en la materia y solicitarles que realicen sus actividades en base al reglamento.
Recordó que el Primer Cuadro de la ciudad fue declarado en 1990 como una Zona de Monumentos Históricos y, un año después, se incorporó en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como bien cultural, por sus características arquitectónicas, valor cultural y atractivo turístico.
El Bando, explicó, es un documento jurídico que entró en vigor en el 2001 para conservar la imagen arquitectónica y cultural de estos monumentos, el cual establece la igualdad de todos frente a la ley, se eliminan privilegios y preferencias, imponiendo como obligación, la de sujetar los actos a las normas jurídicas previamente establecidas.
Asimismo, hace puntual referencia a la prohibición de la instalación de puestos que invadan la vía pública en zona no dispuesta para mercado o que obstruya en prejuicio de la sociedad el libre tránsito de peatones o de vehículos, tal como lo marca el artículo 11 del Reglamento para Comercio y Mercados en Vía Pública del Municipio de Morelia.
Hernández Razo, señaló sin embargo, que como lo marca el mismo ordenamiento, las sanciones por incumplir la norma van de los 2 a los 5 salarios mínimos, así como el retiro de los puestos o mercancía, pero siempre apegados al respeto de los derechos humanos.
En este sentido, si en un lapso de 24 horas el comerciante ambulante no paga la multa asignada, por consecuencia no tiene derecho a recuperarla, el procedimiento marca dos rutas: la primera se hace un folio de donación a instituciones de beneficencia como casa hogar, casa cuna o asilos; y en segundo caso se destruye mediante oficio firmado por dos testigos.
“Si se detecta a comerciantes que venden en la vía pública primero se les invita a que cumplan con el Reglamento, mostrándoles el mismo, y, si estos se resisten, es cuando se procede a decomisar sus productos. Mismos que estarán a cargo de la autoridad hasta que los propietarios realicen el pago de la infracción correspondiente”, puntualizó.
De tal suerte, enfatizó el funcionario municipal, es indispensable la participación de la ciudadanía y la disposición de los oferentes para conservar y mejorar la imagen urbana y colonial del corazón de la ciudad.