MSV.- Cuando en grupo, organización o partido no hay unidad política y cada quien trabaja por su cuenta, vienen las confusiones. En el caso de los Cárdenas ya se está rumorando que primero el hijo no solamente buscó la embajaduría, la prueba está que ya cuando en el nivel de donde salen las decisiones, los que pasan algunos tips a esos comunicadores privilegiados, es porque ya ese “humo blanco” es de la oficina del Presidente.
Pero bueno, para que no vaya a resultar esto un gazapo, ya sabe usted que en política lo particular no vale o si las condiciones no son propicias en ese momento, que a cualquier cosa se le da marcha atrás o su “momentito”, como cuando decía el pueblo, nomás escuchas que algo que no va a subir y ¡agárrate! porque enseguida y en cualquier momentito a lo mejor como dice los lectores de La Extra, hasta te la “desdoblan” o bueno, para que no la sientas tan dura, acuérdate que hace poquito, nuestro mismo Gobernador dijo después del primer anuncio de cambio en su gabinete, que la profa Teresa Herrera no se iba de la Secretaría de Educación y ya ves en cuantos días se dio el cambio que ahí está lo que se decía de que Chucho Sierra sería el “macizo”. Entonces, como para sustos no gana uno, ayer el Gobernador estaba confirmando que era verdad que iba en aumento la delincuencia, cosas que ya el pueblo sabe. La gente quiere o tiene ya la costumbre de las “mentirijillas”, porque en directo a veces siente como el dicho, que aunque le frunza.
Asi es de que no sería raro que todo estaba acordado, pero que algo surgió en lo de los Cárdenas, que no se pudieron dar las cosas como se habían convenido y punto: otra de vaqueros y adelante que así es esto de la polaca.
No es de jalarse los pelos, pero no hay que olvidar que estamos en tiempos de acomodos o “quedabienes”, como para que sucedan esta clase de incidencias, pues a veces hasta se implosiona la emoción, que mire, mi Gober le dijo a la Cassez asesina, cuando ella fue consignada por el delito de secuestro.
Muchos medios de información, dentro del anatema de que la lealtad o el servicio termina con el último cheque, el hecho de que La Jornada haya sido uno de los que publicaron la noticia y al único que Lázaro Cárdenas Batel le enviara carta de aclaración, quiere decir dos cosas:
Una, que si por siempre se dijo que uno de los accionistas mayores fue el papá, en definitivo, el otro que era también López Obrador, ya se volvieron a distanciar y que con el hijo, sí siguen queriendo los jornaleros, de tal manera que por ahí debe haber un grupo de interesados que quieren demostrar que ya consultar, ni con quien va a fracasar. Por cierto, que cuando Cárdenas Solórzano regaló las acciones de La Jornada y a su vez el beneficiado del Peje, se las dio a la comadre, que la ha manejado muy bien, pero que los enterados ya hacen señales que dinero ya no hay a chorros.
Cuando Enrique Ramírez Miguel nos compraba el Diario de Morelia con Cuauhtémoc, por conducto del contador Ibarra entonces decano de la Universidad Michoacana, en una de las muchas pláticas que hacíamos en la cabina del Cine Insurgentes, nos repetía que los periódicos eran para un tiempo, no para toda la vida; que era mejor la radio o la tele, porque ahí no se daba tanto la cara y en cambio en lo escrito todos los altos tratos eran en directo.
Por algo parecido a lo anterior, cuando el Uno más Uno era todo un señor periódico, los inversionistas michoacanos, como no tenían maña, no supieron negociar al grado que Becerra se llevó su millón de dólares a España y solamente dejó maquinaria y edificio que más tarde los socios estuvieron en acuerdo de ponerle el letrero de se vende. Por ello entratándose de medios, las acciones de un periódico local que vendió un gobierno interino y que puso en manos de una respetable señora el adquiriente, se parecen al servicio de información: quien es más noticia y todavía tiene mando, a ¡sus órdenes!