En México solo el uno por ciento de la población dona sangre, es decir, alrededor de medio millón de personas, de estas, 5 mil son altruistas, el resto se ve obligado cuando tiene algún familiar enfermo.
Afirmó Rubén López Pantoja, responsable del Servicio de Valoración y Aféresis del turno mixto del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, en el marco del día Mundial del Donador de Sangre que se celebra este sábado 14 de junio.
El especialista, dijo que México no tiene mucho que festejar en el tema, pero sí que reflexionar, debido a que solo un porcentaje mínimo de la población, dona sangre de manera altruista, sin ningún tipo de interés para que ayudar aquellas personas que enfrentan algún problema de salud.
Dijo que los donadores altruistas, merecen sin duda alguna reconocimiento por el ejemplo de civilidad y solidaridad social, por lo que no se les puede escatimar reconocimiento y agradecimiento por la nobleza de sus acciones.
“Porque su donación la realizan inmersos en una sociedad que no ha sido sensibilizada ni informada, es decir la cultura de la donación no se ha inculcado, por lo tanto los donadores de sangre altruistas son verdaderos héroes sociales, por ellos el júbilo”, subrayó.
Añadió que México es miembro de organizaciones internacionales en materia de salud que se suman a este importante evento, sin embargo, lamentó que las autoridades sanitarias encargadas de asegurar el abasto del tejido vital, se olvidan todo el año de la importancia que tienen las campañas de información, de promoción y sensibilización.
López Pantoja dijo que es necesario realizar campañas permanentes de difusión y concientización de la población y no únicamente reconocer a los donadores los días 14 de junio con “discursos demagógicos y cursis que sacan de sus archivos”.
Recordó que en 1987 como consecuencia de la pandemia del SIDA así como el descubrimiento del VIH como agente causal, se comprobó que una de las vías de transmisión, la más efectiva era la transfusión de sangre, donde México fue el país que registró el mayor índice de contagios, debido a que compraba y vendía la sangre.
Explicó que esto obligo a las autoridades a tener un control sanitario de la obtención, estudio, conservación y aplicación de la sangre, el cual, era nulo, a pesar de que ya organizaciones internacionales advertían del riesgo a la salud pública.
“Fue entonces que se tomaron medidas para garantizar la seguridad de la sangre y el primer objetivo fue eliminar la compra-venta de sangre, a partir de entonces la obtención de sangre tendría que ser de donadores voluntarios por reposición, familiares o amigos en tanto se lograba crear la cultura de la donación altruista tarea que tomaría mínimo veinte años de ardua labor educativa”, citó.