He estado pensando comadre que lo que se logra para que ya por los gasoductos y oleoductos no haya ordeñas, va a ser un éxito, pero que no tan tarde puede ser para que con tanto dinero que manejan quienes lo hacían, encontrar otra fórmula para que cualquiera de las refinerías desocupadas en Estados Unidos, les transformen en gasolina y otros derivados, todo el crudo que les lleven.
Llevarlo por tierra es muy costoso y además aunque lógico es que van haber autoridades que pertenezcan al crimen organizado, imagínate comadre, qué cantidad de gente se necesita para lograrlo.
Comadre, si lo que se necesita son empleos comadre…
Y a acuérdate comadre que hay ductos que llegan a las fronteras y además, no se te olvide que los mismos Estados Unidos les pueden enseñar a chupar energéticos, como lo de Cantarel, de donde dicen que los “buenos vecinos completaban el crudo con que llenaban sus cavernas y de donde ya libremente y sin peligro alguno, refinaban.
Pero en tanto comadre ya ese robo a Pemex se terminó…
Sí comadre, pero ya vendrá otra forma. El caso es que ya siendo muchos y que como el dinero se concentra en pocas manos, que la cantidad de pobres a algo tiene que recurrir para vivir y no como San Esteban Mártir, con menos de la mitad de lo que legalmente se gana, sino que por la inseguridad en que se vive, todo mundo tiene que tener dinero para defenderse de los que saben pedir prestado, pero no sembrar ni sus propios chiles y jitomates en sus macetas.
A propósito comadre, ayer fui a Tingambato y visité como a siete casas donde tienen más de trescientas macetas y en donde siembran el chile perón, que entregan a diario a gente que en Uruapan empacan o venden hasta casa por casa, porque su mercado es porque picará, pero no lastima a los intestinos y menos hace arder a donde lo expulsa el cuerpo. Fíjate comadre, que en Uruapan lo ofrecen a cinco por diez pesos y bien que los venden.