Por Miguel Jorge
Via Alt1040
Ahora que está en boca de todo el mundo el espionaje en las redes y las intercepciones en llamadas telefónicas, que WikiLeaks ha destapado la red TrapWire, el ex-funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional en Estados Unidos (NSA) William Binney, afirma haber salido de la agencia tras aumentar el asedio y vigilancia sobre los ciudadanos desde la llegada de Obama a la presidencia. Afirma que el gobierno posee en la actualidad casi todas las copias de los correos electrónicos enviados y recibidos en los Estados Unidos.
Una vigilancia en el interior del país que abría aumentado desde entonces interceptando millones de llamadas, correos electrónicos y todo tipo de mensajería entre los ciudadanos del país.
Binney es considerado como uno de los mejores matemáticos y descifradores de códigos en la historia de la NSA. El hombre ha explicado en una entrevista para Democracy Now que dejó la agencia a finales del 2001, después de ver cómo su plan anti-terrorista tras los atentados del 11-S sirvieron de excusa para poner en marcha un programa de recopilación de datos de los ciudadanos.
De entre las empresas que abrían participado en este sistema de vigilancia asegura que se encuentra AT&T, habiendo entregado al gobierno más de 320 millones de registros de comunicaciones (ciudadano a ciudadano) en el interior del país.
Un programa originado por el hombre al que según sus palabras, “jamás fue creado para uso doméstico”, algo que no ha evitado que finalmente se pusiera en marcha para la población desde hace más de una década.
¿Y cómo funciona? Según explica Binney, una vez que se intercepta una transmisión, se construyen perfiles de cada persona que se hace referencia en la misma. Un plan que viene a unirse a la construcción actual por parte de la NSA de un centro de datos de almacenamiento en Utah, el más grande construido hasta la fecha (mayor que los de Google o Apple). Para que nos hagamos una idea, el hombre indica que la instalación será capaz de almacenar 100 años de comunicaciones electrónicas en el mundo.
Unas palabras, las de William Binney, que vienen a poner aún más en duda si el mundo en el que vivimos está siendo vigilado por un “gran hermano” sin que la mayoría tengamos conocimiento de ello.