Un niño aguzado como los de ahora, miraba a un bato entrar a su chante seguido y mero cuando su papá no estaba, llegaba muy horondo y se encerraba en la recamara de su santa madre, pero como dice el dicho -la curiosidad mato al gato- el endiablado chamaco al siguiente día antes de que el sancho llegara se trepó al cuarto de su jefa y se encerró en el clóset a guachar, así el chamaco comenzó a escuchar a su jefa gemir, gritar y decir más mi amor más, (I love to Love you, Ineed you, fuckk me) para los que no saben ingles “te amo, vivo para amarte, te necesito, hazme el amor” make me happy pues jajaja plis, en fin el que le entendió le entendió.
Cuando de repente se escuchó el vocho del papá, algo se le habrá olvidado, la mala mujer que estaba re’ buena le dijo al sancho que se escondiera en el clóset mientras atiende al cornudo digo marido, en el clóset se topa con el morro quien le dice ¡hola no cree que está muy oscuro aquí! y el amante le responde si está harto oscuro, entonces el niño le dice te vendo una pelota, el amante le responde no gracias para que quiero una pelota, el niño le dice entonces si no me la compras le digo a mi papá que estuviste aquí, el amante le pregunta ¿cuánto? 300 dólares y aceptó para que no lo delatara, al día siguiente vendió un guante de béisbol por 700 dólares y el amante pago.
El día de descanso el papá le dice al morro trae el guante y la pelota para jugar pero el chamaco contestó que los había vendido por lo que el padre asombrado por la venta le dice ¿en cuánto los vendiste? el morro responde en mil dólares y el padre le dice que no está bien el engaño, que lleve los dólares a la iglesia y que se confiese con el padre por lo que había hecho, al otro día llega el mocoso a la iglesia entra al confesionario y le dice al padre ¡hola no cree que está muy oscuro aquí! a lo que el padre contesta ¡otra vez tú ahora que me venderás, ¡ups! y recontra ¿ups!, esta vida esta de cabeza, siéntense y reflexionen, amen.