Miguel Sánchez Vargas. Quien con inteligentes se junta, algo se le pega, como todos los dichos que de ver se aprende, es el reto que acaba de empezar la organización de la empresa del equipo de fútbol del Guadalajara, mejor conocida como Las Chivas; digitalizando su transmisión para resarcir su economía y mejorar su calidad con el propósito de ser mucho mejor de lo que es, nadamás con la exclusividad que solamente lo podrá ver, quien pague por verlo, mediante “pago por evento”, consistente en una suscripción de casi tres mil pesos para tener derecho a verlo durante toda la jornada, sin incluir juegos especiales que podrá llegar por ese canal de televisión exclusivo de la empresa, que es por internet.
Algo parecido pretendió hacer Slim, con eso de comprar equipo y transmisiones de fut, como el León, que empezó a dejarse de transmitirse tradicionalmente por televisión abierta y pasar a canales de paga, pero le faltó “cacumen” a su gente y se le adelantó Vergara el de Las Chivas.
Y de aquí pa’l real, este es el futuro del que hace fama y sus seguidores pagan lo que sea con tal de verlo actuar.
Lo de Las Chivas es una sorpresa, tal como lo reconocieron en Canadá de Vergara, que cómo hizo tanta fortuna vendiendo hierbas envasadas, las mismas que en México abundan, tal vez por eso no le preocupa los patrocinadores que ya expresaron su inconformidad.
Unos dicen –quienes lo han oído hablar- que es muy buen conductor de bases y otros que es demasiado práctico, que por algo no le puso ningún pretexto a la esposa cuando le dijo la cantidad que quería con tal de firmarle el divorcio, es decir, que su fantasía tiene materia y está impuesto a luchar, de tal manera que no le preocupa que llegara a fracasar como le pasó en lo mismo al Pachuca y al Monterrey.
