La actual situación de la entidad es producto de un mal manejo de la seguridad por parte de Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, afirman los curitas de apatzingan y La ruana, el sacerdote José Luis Segura Barragán, encargado de la parroquia de La Ruana, en entrevista con la periodista Carmen Aristegui transmitida por Noticias MVS.
“Desde el principio, Castillo se reunió con delincuentes, eso no es una novedad” y “miente” sobre la situación de violencia que se vive en el estado, denunció el prelado. Respecto del tiroteo del 16 de diciembre en el que perdieron la vida 11 personas –entre las que destaca el hijo de Hipólito Mora-, el prelado aseguró que “no se va a esclarecer porque no hay voluntad, y se si se esclarece todo, va a quedar en claro la complicidad de las autoridades con delincuentes”.
Segura Barragán señaló, asimismo, que las detenciones de Hipólito Mora y Antonio Torres, El Americano, deja a la tenencia de La Ruana “en completo abandono y en riesgo” de que haya un nuevo enfrentamiento, por la entrada del grupo delincuencial denominado Los Viagras El sacerdote advirtió en la entrevista que hay un descontrol entre los grupos, ya que “ahora hay una pugna entre ellos mismos, están muy armados y no hay forma de controlarlos”.
El padre Segura advirtió también que la Gendarmería -también involucrada en el enfrentamiento del 16 de diciembre- ya abandonó la comunidad y se necesita con urgencia una autoridad “que ponga orden”. “Estamos amenazados, estoy amenazado. No hay una autoridad presente, actuante, que nos dé seguridad”, advirtió el padre, que urgió a las autoridades a tomar cartas en el asunto para terminar con la situación de inseguridad y violencia que persiste en la región.
El sacerdote refirió que el comisionado Alfredo Castillo sólo quiere “dar explicaciones desde el principio del mundo para no hablar del presente”, consideró y subrayó que “todo comenzó el 24 de febrero de 2013, cuando se levantó el pueblo contra ‘Los Templarios’”, luego de sufrir por la presencia de grupos criminales, que controlaban hasta los alimentos. Refirió que, después de la irrupción de las autodefensas, el grupo liderado por el “H3” se apoderó del pueblo, el único que “estorbaba” era Hipólito Mora.