MSV.- A pesar de que en otros municipios hay solicitudes para matrimoniarse entre parejas del mismo sexo, dos bellas chavas, que según los que las conocen, nunca públicamente dieron a conocer sus secretos amores, ahora dieron la cara y hasta repartieron las invitaciones para su populosa fiesta de matrimonio.
Y es que como dicen, muchos o muchas decididas a no seguir ocultando sus disgustos por deslealtades, en León Guanajuato al final de la semana pasada, presentaron su solicitud para casarse y hoy lunes por la tarde después de que el ayuntamiento apruebe, supuesto que la ley de casamientos entre iguales ya fue aprobada como en otros seis Estados de la República, pueden llevarse al cabo esa clase de uniones legales, solamente que hasta ahora, nadie de lesbianas o de gays, se habían decidido a exhibirse públicamente.
Lo curioso es que la fiesta de ese matrimonio parece ser en grande, porque las invitaciones fueron entregadas personalmente a importante casta social de esa ciudad del calzado.
De tal manera que qué tan lejos está esa ciudad modernizada por la administración foxiana, que los o las iguales que quieran llegar a esa legalidad, no puedan ir a Moroleón a casarse y hacer su fiesta, poniéndoles transporte especial a sus invitados, asi como para la que quiera abortar para no andar en tanta investigación, que con la mayor comodidad puede irse a sacarse su crío al Distrito Federal, como también pronto, a ir una o dos veces a la semana al centro de consumo que las propias autoridades les van a poner a los quieran fumar marihuana.
La realidad es que ya haciendo cuestas y viendo cómo les está yendo a los que no midieron la cantidad de hijos según su economía, que pocos actualmente pasan de dos hijos principalmente si llegan a tener la parejita de niño y niña.
Ya viniendo la vacuna para hombres y por todo lo anterior de la carencia de trabajo y empleos, la cantidad de tener hijos se reducirá como en China, a un hijo, para darle por parejo, cuidado y cariño tanto por parte de la madre como del padre, ya que por lo general el padre se dedica a la responsabilidad de mantener y la madre, a estar al pendiente del desarrollo de su vástago, aunque no hay que olvidar, que más del cincuenta por ciento de las mujeres mexicanas, son madres solteras y que empiezan tal aventura, desde los 20 años que es más cuando se dan las separaciones porque se casan o se juntan siendo menores, y las que ya tienen experiencia de uno o dos, aceptan tener otros, por crearles compromisos a los que deciden ponerse a vivir con ellas, con la formalidad de mantener no solamente los suyos, sino los que no fueron de él.