Los niños de primaria usan capuchas a prueba de fuego, ya que se reúnen en una sala durante un simulacro de terremoto en una escuela en Tokio. Simulacros contra desastres en todo el país se celebraron el 1 de septiembre en el aniversario del terremoto 1923 en el que murieron más de 140,000 personas en el área metropolitana de Tokio. A todo alumno se le provee con este tipo de gordito que además de ser a prueba de fuego, sirve com un casco.