MSV.- Por la cantidad de manifestantes y como se propone el uso en el interior de las propias casas donde en macetas se les deje producir la marihuana, se empieza a comunicar de boca a oído que no hay “fijón”, si así como se aprueban leyes que si no sirven o perjudican, en corto tiempo sale la propuesta para desconocerlas.
Y si hoy para la derogación de reformas constitucionales ya no se necesitan dos legislaturas para pensar mejor las procedencias, la abrogación que se necesita, es mucho más fácil, porque no se trata de despenalizar las drogas, sino solamente a la que comúnmente llamamos “juanita”.
Por el precio y porque es la menos perjudicial de todas las demás que ya tienen uso universal, es inminente que en breve se dé la sorpresa de que con el control debido y el castigo severo en caso de abuso, la marihuana, que también sirve para algunas tradicionales “curaciones”, se libere.
Como el hongo, que la señora Sabina hizo vivir a internacionales grupos musicales y actores e intelectuales de primer reconocimiento mundial, que qué lástima que no dejó enseñanza, porque realmente ahora que se le estudia su existencia, resulta que está saliendo toda una paradigma, porque nunca se ilusionó por el pago, ni tampoco quiso recibir cuantiosas cantidades que le entregaban, por haber sido objeto de argumentos para películas y estudios medicinales, porque con los hongos curó toda su vida no solamente a los que se elevaron a otras dimensiones, sino a gente que acudía a ella por algunas dolencias o dolores de sus órganos humanos que los médicos los daban por inservibles.
Hay que recordar también que de nuestra gente que conocimos, como el chino Sansón Flores, nuestro mejor poeta michoacano, que hasta cuando estuvo adjunto a la embajada en España, en el departamento cultural por orden del Gral. Cárdenas, que en su habitación siempre quería vivir solo porque muy temprano se levantaba a regar sus macetas donde producía la cantidad de marihuana que consumía y que se hubiera sabido, siempre fue una persona normal, eso sí, de gran inspiración que hasta en Mixicali, donde terminó su existencia, mantuvo el respeto de la sociedad que le admiraba como periodista, escritor y gran poeta