Se los paso como va, dicen que el gobierno de Enrique Peña Nieto necesita implementar una política para legitimar a la policía comunitaria, particularmente en las comunidades indígenas, para así detener la expansión de grupos armados irregulares y demostrar que el Estado tiene la capacidad de restaurar la ley”, recomendó el informe Justicia en el cañón de un arma: las milicias civiles en México, de International Crisis Group. En el texto publicado por 24 Horas, se exhibe que la falta de coordinación de las autoridades federales, estatales y municipales y la poca protección a comunidades rurales, por parte de fuerzas de seguridad, ha propiciado el surgimiento de grupos armados civiles, principalmente en Michoacán y Guerrero, mismos que han creado una tercera fuerza que lucha contra el narcotráfico, el informe advierte que estos grupos de autodefensa. Desafían al gobierno federal en el uso de la fuerza y la impartición de justicia, y que algunos de ellos, incluso, están vinculados con grupos del crimen organizado. Y señala, la aparición de grupos en al menos 9 de 31 estados, añadió otro nivel de complejidad al desafío de la seguridad en el país. El epicentro de este problema se centra en Guerrero y Michoacán, donde miles de personas participan en diversos grupos de organizaciones parapoliciales.