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Cada torneo es desarmado y cada torneo vuelve a contratar lo que puede. Hace tres semestres, Sergio Bueno llevó algunos jugadores que ayudaron al equipo a mantener la batalla en la tabla de porcentual.
Sin ser el equipo que haya dado un golpe mediático con algún fichaje bomba para esta temporada ni mucho menos, los refuerzos han logrado que Jaguares de Chiapas se encuentren en la sexta posición de la tabla general a tres fechas del final de la campaña, cerca de la Liguilla.
Para pelear entre los ocho mejores de la competencia, el equipo del sureste tiene cinco triunfos y seis empates a lo largo de estos 14 partidos disputados hasta el momento.
Por eso, ante Cruz Azul, el próximo sábado, podría definir gran parte de su pase a la Fiesta Grande.
El estratega de Jaguares tomó un equipo en la incertidumbre y tuvo que armarlo con los delanteros Franco Arizala, Matías Vuoso, los defensas Edgar Dueñas, Sergio Pérez y Horacio Cervantes. Elementos que no representaban demasiado al momento de llegar al cuadro chiapaneco.
Hasta ahora ha sido un animador de la competencia con triunfos distinguidos, como aquel ante Toluca o la ‘feria’ de goles ante Atlas. En el primer juego doblegó a los escarlatas 2-1 y en el segundo fue goleado 4-2 por los Rojinegros.
Para lograr estos resultados, el DT también echó mano de mediocampistas como Andrés Andrade, Diego de la Torre, Julio Nava , Alan Zamora o Christian Bermúdez, que ya no tenían cabida en sus anteriores clubes.
Con ellos suplió las bajas de Carlos Ochoa, Félix Araujo, Wilberto Cosme y Alfredo Fraustro.
Con estilo vertical y pese a las carencias técnicas del plantel, el cuadro chiapaneco no sólo ha dejado atrás el tema del descenso (superan en 17 puntos a Chivas) y mira hacia la parte alta de la tabla.
El triunfo ante la Máquina les permitiría ponerse a un paso de la anhelada Liguilla, y todo gracias al armado del equipo que hizo Bueno.
