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La final soñada tendrá que esperar otros dos años. Jamaica dio la gran campanada de la Copa Oro 2015 al vencer 2-1 a Estados Unidos y desatar el reggae como un nuevo ritmo que también destaca ya en la CONCACAF.
Las dudas que Estados Unidos tuvo en todo el torneo hoy le pasaron factura a un equipo que volvió a tener un primer tiempo muy pobre y que pagó caro ante un Jamaica que ya debe ser considerado como un equipo de relevancia, pues no por nada sus jugadores son parte del fútbol de Inglaterra y hoy figuran en la Liga de la Selección que eliminaron contra todo pronóstico.
El aroma a sorpresa apareció en el momento menos esperado. Cuando Estados Unidos se asentaba en la cancha y parecía superar sus siempre dolorosos arranques llegó el balde de agua fría.
Darren Mattocks se elevó en el área estadounidense para conectar con la cabeza un centro que fue alto y que recompuso gracias a su estatura para ponerlo a segundo poste y lejos del alcance de Guzan. La pelota se paseó en la línea con la misma incertidumbre que luego caracterizó al partido, pero se metió con la misma seguridad con la que se selló el pase a la Final.
El Georgia Dome no enmudeció. El murmullo de la sorpresa y del hecho inesperado fue el fondo del festejo jamaiquino ante la impotencia local.
Dicho murmullo no terminaba de ser apagado por un nervioso grito de ¡USA, USA!, cuando vino otro golpe que fue el argumento que dio solidez al pensamiento de una sorpresa que el propio DT de Jamaica daba poco crédito.
Guzan se salió del área con el balón en las manos y le regalo a un tiro libre a Barnes, aquel que pudo jugar con Inglaterra y optó por Jamaica.
El delantero del Houston Dynamo le pegó con un guante y convirtió un golazo para, ahora sí, enmudecer el estadio en Atlanta y dejar escuchar los gritos de algunos jamaiquinos que reaccionaron más por sorpresa que por la alegría.
De poco sirvieron los buenos embates de Zardes y Bedoya por las bandas que se quedaron en meros intentos ante la ineficacia de Dempsey y Johansson.
La sacudida que Klinsmann dio a su equipo en el medio tiempo fue tan resonante que se escuchó hasta la cancha y sacudió al portero jamaiquino, quien rechazó mal un disparo, permitió doble rebote que Bradley mandó al fondo apenas en el despertar. Todo apuntaba a la remontada.
Después de los fallos de Zardes, el ingreso de Gordon que no supo aprovechar las oportunidades y los desesperados cambios de Klinsmann aunados al constante nerviosismo del portero Thompson, Jamaica logró vencer a “Goliat”.