Felipe Calderón, en el último informe a la Nación, reveló la guerra secreta que le impuso al pueblo de México, al margen de la Constitución y del Congreso. La resultante es un acto de genocidio, producto de desplazados; migrantes asesinados; y el asesinato de líderes sociales asesinados.
La política exterior de Calderón, fue reprobada por los senadores de la República. Al comparecer la Canciller, Patricia Espinosa, ante la Cámara de Senadores, para aportar datos sustantivos a la política internacional, el rechazo fue contundente pos considerarla sumisa a los Estados Unidos, carecer de prestigio y sin respeto internacional.
La guerra secreta de Calderón, traducida en acuerdos interinstitucionales signados por el Ejecutivo, pasarán a una revisión exhaustiva en el Senado, mediante una comisión mixta que incorporará el análisis de los acuerdos de Fox. Los acuerdos de la guerra secreta de Fox-Calderón, independientemente si pasaron o no por las manos de la comisión de seguridad nacional del Senado, requieren del conocimiento del pleno de los senadores para ser aprobados o rechazados.
Los acuerdos secretos Fox-Calderón, al no ser aprobados por el Senado, carecen de valor y dejan sin substancia a la presión que se ejerza para cumplirlos por el gobierno entrante.
Calderón acordó la guerra secreta con el gobierno de Obama, el Pentágono y los organismos de inteligencia norteamericana, de igual forma que lo hizo con el gobierno, los militares y paramilitares colombianos del gobierno de Álvaro Uribe. La guerra secreta de Calderón, – el conflicto más violento del mundo-, la hereda Calderón a Enrique Peña Nieto. La herencia de Peña Nieto son una serie de acuerdos del régimen azul saliente Fox-Calderón, que la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa no envió al Senado para su aprobación o rechazo.
La guerra secreta de Calderón, ha permitido que el gobierno canadiense y norteamericano construyan y operen 55 bases secretas en el país; la realización de operaciones clandestinas de comandos de fuerzas especiales y de inteligencia; el sobre vuelo de aviones no tripulados, la muerte extrajudicial de miles de mexicanos; miles de levantones; pueblos drones, para recolectar inteligencia sobre el territorio nacional y detectar la ubicación y operación de grupos insurgentes; así como la existencia de un gran número de agentes de inteligencia en el búnker de Reforma.
La guerra secreta de Calderón, es la experiencia cotidiana que todos vivimos; el despliegue mediático de la captura de decenas de líderes de los cárteles de las drogas y decenas de supuestos jefes de plaza y tropas de la delincuencia. La guerra secreta de Calderón condujo una guerra de cuarta generación, dirigida a provocar muerte, pánico, caos y anomia entre la población, para cubrir el saqueo de la riqueza de México, la transnacionalización de la economía y la parálisis de la producción nacional, para importar todo. La guerra secreta es un instrumento que acelera la integración geopolítica de México a Estados Unidos.
La guerra oculta de Calderón ha afectado la relación de México con los Estados Unidos, al conducirla privilegiando un solo tema la seguridad en los términos definidos por el Plan Mérida, en detrimento del más amplio desarrollo de la relación bilateral.
Para el cierre de la administración calderonista, acudirá el secretario, Poire, a entrevistarse con Janet Napolitano, con la encomienda de explicar el caso de la computadora sustraída a los agentes de la CIA; el caso más delicado, después de la muerte de un agente norteamericano, en San Luis Potosí, a manos de un Zeta, con un arma de Rápido y Furioso y del más remoto, como es el caso de la muerte de un agente de la DEA.
El zafa-rancho de la Policía Federal en Tres Marías, se ha convertido por este incidente, literalmente en un asunto de casus belli, al conocerse que elementos de esta corporación, vestidos de civiles, se apoderaron de la computadora de los dos agentes de la CIA que viajaban en la camioneta con un marino y un cuarto pasajero, cuando los agentes fueron bajados y trasladados a un hospital después del ataque. El cuarto pasajero, un soplón, guiaba hacia la captura del H, líder del Cártel del Golfo.
El robo de la computadora por elementos de la Policía Federal, con información clave de la Operación Clandestina de la CIA en México, Kaos en La Red, jueves 06 sept/ 2012, es y continuará siendo motivo de tensión en la relación México-Estados Unidos.
Inclusive, el tema del ataque, podría ser sobreseído y pasar a otro asunto, pero robar información de las operaciones secretas es considerado una agresión deliberada.
La información del robo de la computadora, es nueva, no se había mencionado hasta ahora. Fue proporcionada por “funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional”, según la nota de Gustavo Castillo, La Jornada, 15/sept/2009, sección política. Debemos entender que se trata de información de seguridad nacional norteamericana, ya que nadie se atrevería a filtrar “el robo de la computadora” desde el gabinete de seguridad nacional de Calderón, si acaso estaban enterados que los agentes la traían consigo.
Nos enteramos del robo de la computadora por la visita del Embajador, Anthony Wayne a la Procuradora, Maricela Morales, con la coartada de conocer el avance de la información de la PGR y “montar” su propio informe, precisamente un día previo a la comparecencia de Patricia Espinosa, donde se debatiría la presencia de los agentes de la CIA en Tres Marías. El Embajador, Wayne, con información de seguridad nacional, (norteamericana), nos da a conocer su avance 1) reporta que la identificación balística de las armas utilizadas no ha concluido; la Secretaría de Seguridad Pública Federal, SSP, no ha puesto a disposición de la PGR todas las armas empleadas en el ataque;
2) los peritajes revelan 152 disparos contra la camioneta blindada; existe la sospecha de más disparos; algunos casquillos fueron levantados por los tiradores antes de iniciar el peritaje.
3) Los agentes de la CIA, el marino mexicano y el cuarto pasajero, fueron sacados por policías federales, uniformados, del vehículo cuando ya estaban heridos.
4) Federales, vestidos de civil, responsables del ataque–sustrajeron una computadora del personal de la CIA.
En la comparecencia de la Canciller, Espinosa, los Senadores del PRD-PT, Manuel Camacho y Manuel Bartlett, asumieron el liderazgo del Senado, haciendo a un lado al líder y a la bancada del PRI, situación que dejó en estado de infección al de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, al corresponderle recibir y guardar los acuerdos secretos de la guerra de Calderón. Ahora, tanto Bartlett como Camacho, conducirán al grupo de trabajo especial que investigará los acuerdos para establecer la presencia militar y de agentes en México bajo el amparo del Plan Mérida, con el pretexto de “hacer una revisión rigurosa de los acuerdos que en materia de seguridad se han firmado con Estados Unidos en los últimos dos sexenios”. Leer intervención en Tribuna del Senador Manuel Camacho Solís, www.prd. senado.gob.mx./cs
La participación de Estados Unidos en la guerra secreta de Calderón, en el disco duro de la computadora de los agentes de la CIA, repite uno de los episodios complejos del inicio de la participación norteamericana en la guerra contra el narcotráfico, cuando fue ejecutado el agente de la DEA, “Kiki” Camarena. Ahora, ante el agravio de la computadora, ¿qué podemos esperar? ¿una guerra más cruenta? O el abatimiento de la violencia con un cambio sustancial de estrategia y la designación de un gabinete de seguridad que incluya la reforma de las Fuerzas Armadas, para cerrar el capítulo oprobioso de la historia panista, representada por la guerra oculta de Calderón