El cambio de paradigma en materia de seguridad nacional es que el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, coordina al Ejército, a la Marina y a la Fuerza Aérea. Esto quiere decir que Osorio Chong es el primer civil que dirige a las fuerzas armadas de México.
Se trata de un cambio de carácter pragmático y de fondo que pone énfasis en lo político -social y desmilitariza la política; logra la presencia del Ejército y de la Marina donde es ingente. Es un cambio consecuente con el tránsito de la nueva seguridad nacional que promueve la inclusión social, tecnologías informáticas seguras y responsabilidad global. Que un civil dirija las Fuerzas Armadas de México, parece una herejía si se olvida el origen de su creación hace 100 que estamos celebrando.
Destaca ante todo la necesidad política de una sola línea de coordinación, -con el propósito de evitar debates y confrontaciones-, cuando lo requerido y demandado por la población son los resultados de la acción conjunta.
Para Ana María Salazar, la especialista en seguridad norteamericana y articulista de El Universal, advierte en “Regresen a los cuarteles”, 31/05/ 2013, que tras leer el Plan Nacional de Desarrollo, PND 2013-2018, “la función primordial del Ejército y de la Armada es la defensa del país de amenazas externas. Esto es un cambio importante en el paradigma de seguridad nacional del país.” Negritas de juegos de poder*
A Salazar le inquieta que tanto el Ejército como la Marina sean ahora coadyuvantes de la seguridad interior”… sobre todo en un país donde las instituciones civiles no tienen la capacidad ni institucional ni los recursos para enfrentar al crimen organizado que tiene sitiado estados como Michoacán, Tamaulipas, y Guerrero”.
Ana María Salazar señala un problema desde su perspectiva de como las instituciones armadas van a “coadyuvar”; pues ello “… implica que operacionalmente el Ejército y la Marina se sometan a la estrategia de la Policía Federal”
Veamos otro cambio en materia de seguridad nacional que aporta el PND, aún no aclarado. Se suprimen las cinco zonas estratégicas de seguridad, conforme al acuerdo aprobado del presidente Enrique peña Nieto, en la II Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, 17/XII/2012, y publicada en el Diario Oficial de la Federación.
En la versión presentada del PND por el presidente Peña Nieto, las cinco zonas estratégicas de seguridad que se proponían llevar adelante el nuevo paradigma de seguridad, la coordinación, no aparecen ni se “aterriza”, a partir de las regiones, atendiendo a su especificidad, prioridad y recursos asignados. Se mantiene en el PND el esquema de centralización de las decisiones, ante el desbordamiento de los problemas.
La estructura regional que se había propuesto crear en las cinco regiones con un delegado de la Sedena, de Semar, de la Secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General de la República, ni se menciona en la planeación del PND ni en sus metas.
En la práctica ello se ha reducido a la designación por el secretario de Gobernación, Osorio Chong, de dos secretarios de seguridad en Guerrero y Michoacán, un almirante y un General. Fórmula mecánica que solo contiene los problemas momentáneamente para multiplicarlos y trasladarlos.
Solo a nivel de rumor por secrecía se sostiene que el CISEN ha creado cuatro regiones con los equipos de Plataforma México. No obstante, dicho organismo parece queso gruyere por filtraciones de topos con la finalidad desmantelarlo y volverlo a levantar. Situación traducida en incertidumbre de seguridad nacional, no de planeación estratégica global.
Planear la estrategia de seguridad y prevención del delito, con una visión geopolítica y geoestratégico, supera los criterios tradicionales que se pretenden imponer en base a delimitaciones geográficas de entidades y su simple agregación, suprimiendo la región y peor aún su eje de vertebración nacional.
Hablar de coordinación a partir de lo estatal, suprimiendo lo regional es eliminar los planes estratégicos e irse por la mera improvisación. Lo más importante, el tránsito hacia la nueva seguridad nacional, más allá del enfoque meramente contra la delincuencia, se quedará anclado. En lugar de avanzar hacia un modelo de inclusión social, de combate a la pobreza, de educación con calidad, de prevención y atención de enfermedades, de equilibrio ecológico y protección al ambiente, de promoción del desarrollo económico, social y cultural, así como de seguridad en las tecnologías de la información y la comunicación, como lo plantea el PND.
El planteamiento de Ana María Salazar de supeditación del Ejército y Marina a la Policía Federal es un problema que se presentó en el gobierno de Calderón. Siendo Genaro García un instrumento del aparato militar y de inteligencia norteamericano, se trató de imponerlo a Sedena y Marina y contraponer estas para que las agencias y los militares norteamericanos dispusieran libremente del país.
En la practica el trabajo de coordinación de las actividades vinculadas a la seguridad nacional por el secretario de Gobernación, Osorio Chong, hacen necesario que como civil coordine a las fuerzas armadas, a la Policía Federal y a los servicios de inteligencia como el CISEN.
La función como ventanilla única de la SG establecida por el presidente Peña Nieto requiere de esta labor de coordinación de las instituciones armadas y de seguridad con los gobiernos y sus agencias que tienen o participan en diferentes programas. En México convergen una multiplicidad de agencias e intereses por su posición geopolítica y geoestratégica; un buen número de espías de las potencias se asentaron desde hace un siglo cuando se dio a conocer el telegrama Zimmermann que reconoció en la frontera de México-USA su carácter geopolítico. Hoy, es un hecho creciente, debido a la emergencia de México como potencia global.